A muchos ciudadanos
de nuestros sacrosantos pueblos soberanos
y sabios de occidente,
les merece respeto que cuatro impresentables
a sueldo del Imperio,
tilden de dictador a un Presidente
elegido con luz y con taquígrafos
por su pueblo en las urnas.
Y nada les importa a tan modélicos
ciudadanos que el fin de estas falacias
sea el de ir dando cuerpo
a aberrantes corrientes de opinión favorables
a quitarse de en medio, da igual de qué manera,
a dicho Presidente y su Gobierno,
para que el pueblo sabio y soberano
que en tantas ocasiones los votó
en pos de la igualdad y la justicia,
vuelva a la esclavitud de los mercados.
Como no les importa
que un régimen aliado del Imperio,
como Arabia Saudita, decapite
de una sola tacada
a cerca de cincuenta opositores
a su rey sanguinario y absoluto.
Pero, ay, si alguien se atreve
tan sólo a insinuar que esos bastardos
creadores de opinión,
no son más que los cómplices mediáticos
de un lento, enmascarado y contumaz golpe de Estado.
Porque si alguien se atreve,
pronto será tachado, por esos ciudadanos
del pueblo soberano, libre y crítico,
de extremista y fanático
radical disconforme
con los indiscutibles valores de Occidente,
eso que denominan mundo libre.
Pues ¿saben que les digo?
Que a tomar por el culo
Cebrián, Inda y Maruhenda.
¡Y vivan siempre Chávez
y su revolución bolivariana¡
La flor del tabaco
-
*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
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