El odio es una emoción, un sentimiento. Negativo, pero un sentimiento. Tratar de atajarlo con medidas de carácter represivo, como si fuese un vulgar delito, sólo puede conducir a nuestras ya tan fracasadas sociedades a más fracaso y a la peor de las melancolías. Más vale prevenir que castigar. Más igualdad, más justicia, más paz. Mucha educación en estos indiscutibles valores. Memoria y reparación cuando es el resultado, la respuesta emocional a agresiones pretéritas. Y amor, mucho amor.
BONUS TRACKS
La Audiencia Nacional procesa a un pintor de brocha gorda, al que acusa de llevarse una pasta en negro por blanqueo de capiteles.
(estos tíos tan "estudiaos", acusicas y ecuánimes deben tener la olla en la polla)
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Saben aquel que diu que iba ¡PIIIIIIIII! por ¡PIIIIIII! en su ¡PIIIIIIIII! y entonces ¡PIIIIIIIII! y el tío ¡PIIIIIIIII! y ¡PIIIIIII! y luego ¡PIIIIIII! y ¡PIIIIIII! y ¡PIIIIIII! ...
(Humor pa' audiencias sin sentido del humor y sin sentido)
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¿Cómo cojones no se van a terminar yendo de rositas muchos de nuestros abominables corruptos patrios, si tenemos a buena parte de los jueces y fiscales espaguiñoles envarbascados en buscar por diferentes redes sociales a algún rojeras incauto y chistoso que en su día perpetrase el imperdonable pecado de haber publicado un chascarillo relativo a cualquier eminente vándalo afín al franquismo y sus barrabasadas, a objeto de someterlo a un tan esperpéntico como ignominioso juicio político bajo la ridícula e inquisitorial acusación de enaltecimiento del humor negro o de cualquier otro tipo de humor políticamente incorrecto según los Torquemada de turno?
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¿Pa' cuándo en las redes sociales el "emoticoño" de "me toca los cojones"? (O la "concha", como dirían en el Mar del Plata.)
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