sábado, 5 de octubre de 2013

Roma

No por mucho soñar
amanezco a tu lado,
y todos los caminos
conducen a tu ausencia.
Por eso, con la noche,
maldigo aquel palíndromo
y ladro mis poemas
hambrientos a la luna,
seguro de que nunca
te habré de hincar el diente.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Están lindos y musicales estos versos del poeta-hombre-perro que aulla a la luna y se pierde por llegar a Roma