martes, 13 de marzo de 2012

Labeglífico


Forjadas con el asma de un salmo moribundo,
de cuando en cuando invento palabras imposibles.
Son códigos arcanos que buscan en el aire
un eco mitigando la sed de su alarido.
Pesadas se desploman sobre un desierto en llamas,
mudándose en estiércol que se hunde en las arenas,
borrando cualquier rastro de su periplo alado.
De cuando en cuando ideo una clave que ignora
que no existe salida ni transliteración
que salven del silencio al poeta labeglífico.

1 comentario:

Fran Vádez dijo...

Labeglíficamente interesante.
Abrazos