lunes, 3 de octubre de 2011

Relatos verosímiles (10) (Carlos Parejo)


Aquel adolescente esperaba el viernes, como agua de mayo, para librarse de su novia estricta y posesiva, yéndose de parranda con los amigos.

Su padre, varias veces divorciado, anhelaba que llegara el mismo día de la semana para intentar la conquista de una nueva mujer, dispuesta a darle una noche de pasión sin compromiso alguno.

La abuela aprovechaba idéntico día para pasarse las horas muertas jugando en el Bingo, y así olvidar el perenne fantasma de un marido, airado y loco, que se mató tirándose de la torre más alta de la ciudad.

El dios Cupido se encontraba desesperado con aquella familia, donde erraban todos los tiros de su arco. Y los ángeles de la Guarda, deseosos de que se les asignase una misión más llevadera en la Tierra.


© Carlos Parejo Delgado

1 comentario:

Milena dijo...

¿Cómo vamos a esperar que "atine" Cupido, si el "cabroncete" es ciego?

Quien más y quien menos tiene siempre un "viernes" en sus días...jeje