sábado, 8 de octubre de 2011

Aguirre, qué cólera, ¡por dios!


Cuando al fin llegó Aguirre hasta El Dorado
olvidó las promesas a su tropa,
y en vez de gloria y oro diole estopa
con ira a cada atónito soldado.

Tirano, del recorte obsesionado,
diole incansablemente a quemarropa
a lo rebelde verde por la popa;
por recortar cortó el mismo salvado.

Infausto Robin Hood, por travestido,
los frutos del recorte dio a los ricos,
del pobre la esperanza haciendo añicos
de tal modo que al cabo es conocido
como Desesperanza. ¡Con presteza!,
ya es hora de cortarle la cabeza.

1 comentario:

Poetas argáricos dijo...

Aguirre o la cólera del PP!