CUATRO tardes en semana subía a su Bugatti Veyron de 16 cilindros en W y 1.000 caballos de potencia, y empleaba aproximadamente 1 minuto y 50 segundos en recorrer los 5.200 metros que separaban su chalé en las afueras de un gimnasio del arrabal. Una vez allí, tardaba entre 55 minutos y una hora en “recorrer” 10 kilómetros sobre la cinta, para, tras haberse duchado, y ahora ya algo más relajado, subir de nuevo a su Bugatti para regresar a casa en poco más de dos minutos.
La flor del tabaco
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*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
1 comentario:
Pues podía haber ido andando desde el chalet al gimnasio, tomarse una copa y regresar andando. Total, más barato si descontamos la gasolina de la moto
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