La flor del tabaco
-
*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
miércoles, 31 de agosto de 2011
Un sueño con Gracia
qué gracia cuando Gracia
tan grácil y peinada
plena de encanto nada
a dios gracias con gracia
con cuánta aristocracia
esta sin par monada
excelsa y refinada
me rinde a su acrobacia
musito gracias Gracia
responde ella de nada
en tanto ondina nada
sin pausa y con su audacia
me imana y anonada
brazada tras brazada
La ausente (LXVI)
"Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto."
Pablo Neruda
tu dicha nunca dicha es la condena
que arrastraré conmigo hasta la tumba
o puede que si alud pronto me tumba
arrastre hasta el sepulcro mi alma en pena
me espanta lo que callas porque aun buena
te siento ajena ausente y se derrumba
distante la esperanza que aún retumba
gota de agua minúscula en la arena
estéril del pasado sin presente
y así me vas sumiendo en el profundo
abismo del silencio ese rotundo
mutismo atronador que hurga en mi mente
callándose esa dicha nunca dicha
parca ilusión de ayer de hoy mi desdicha
martes, 30 de agosto de 2011
La mazmorra (XIV)
a nadie de mi culpa cabe duda
por no haber yo alcanzado a hender la ingrata
mortaja amarillenta de hojalata
que a modo de lazada cerviguda
constriñe herrumbre y sed mi ala desnuda
mas algo he de alegar no son de rata
de cloaca mis colmillos ni de gata
mis uñas por lo tanto sin ayuda
bien poco pude hacer bien poco o nada
por huir de esta mazmorra a mi ala untada
pero esto a estas alturas da lo mismo
no cabe redención en este abismo
de hirviente desespero que me ultraja
para íntegra arrogarse mi mortaja
lunes, 29 de agosto de 2011
Relatos verosímiles (5): Desposorios en la alta atmósfera (Carlos Parejo)
Ni el oro, ni el barril de petróleo, ni las monedas y billetes, ni las acciones de las empresas, ni los bonos del Estado. El principal tesoro que acumulaba cada país en el siglo veintiuno era el de sus bancos de genes.
Pero un día éstos, hartos del congelado ambiente en el que vivían, donde nunca veían la luz del sol, decidieron organizar una fuga masiva a nivel mundial. Y nadie se atrevió a denunciar, y mucho menos, a perseguir, a sus propios genes.
Vagaron durante semanas por las capas de la atmósfera que suelen pasar desapercibidas a los satélites y meteorólogos, y vinieron a establecerse en la región de las ánimas, donde fundaron la Unión Genética Popular del Planeta Tierra.
Allí hicieron buenas migas con las almas que no habían encontrado descanso tras su muerte, por ocurrir ésta en circunstancias dolorosas y dramáticas. De modo y manera que se produjeron desposorios como el de una joven alma cristiana que fue martirizada por los leones en un circo romano con el gen de un cuidador de leones del parque zoológico de Córdoba, o la de una bruja quemada por la inquisición en Toledo con un famoso adivino del futuro de la televisión francesa.
Pero un día éstos, hartos del congelado ambiente en el que vivían, donde nunca veían la luz del sol, decidieron organizar una fuga masiva a nivel mundial. Y nadie se atrevió a denunciar, y mucho menos, a perseguir, a sus propios genes.
Vagaron durante semanas por las capas de la atmósfera que suelen pasar desapercibidas a los satélites y meteorólogos, y vinieron a establecerse en la región de las ánimas, donde fundaron la Unión Genética Popular del Planeta Tierra.
Allí hicieron buenas migas con las almas que no habían encontrado descanso tras su muerte, por ocurrir ésta en circunstancias dolorosas y dramáticas. De modo y manera que se produjeron desposorios como el de una joven alma cristiana que fue martirizada por los leones en un circo romano con el gen de un cuidador de leones del parque zoológico de Córdoba, o la de una bruja quemada por la inquisición en Toledo con un famoso adivino del futuro de la televisión francesa.
© Carlos Parejo Delgado
domingo, 28 de agosto de 2011
El espejo de la melancolía (XXXV)
sábado, 27 de agosto de 2011
Poesía puta
(o de la limitación por cojones del déficit del Estado)
no han sido un instituto de dietética
ni un grupo de científicos ¡eureka!
los que han hallado al cabo la respuesta
a tanta tripa flácida y obesa
la dieta de la rosa y la gaviota
Marrano y Zapatiesto de la mano
dando a los ciudadanos por el ano
a un tiempo que les tocan las pelotas
(no es puro sino puto este poema
con ese par de hijos de la gran puta
colmando sus estrofas de basura)
así que alza tu mano alza la diestra
extiende pueblo al frente bien su palma
que toca ya a su fin la democracia
con “nuestra” Carta Magna
prostituida vendida a los mercados
por este par de fachas desalmados
viernes, 26 de agosto de 2011
Última hora desde el cortes-ano lupanar de la Carrera de San Jerónimo
Según fuentes insolventes –y es que, con tanto cleptócrata suelto, las fuentes de las que bebíamos ya prácticamente se nos han secado; y, a excepción de mafiosos de cuello blanco, chaperos de mierda, proxenetas, mamporreros y otros buitres de la res pública, muy pocos ciudadanos solventes quedan en este país-, Zapoy y Rajatero –tonto manta, mienten tanto-, tienen ya apalabrado el cambio de denominación del instrumento destinado a dar visos de legalidad a su proyectada e involutiva reforma prostitucional que vendrá a dar la puntilla a la agonizante democracia de la que disfrutábamos a ratos en “nuestra” desollada piel de toro. A partir de ahora, el citado instrumento pasará a ser conocido como Boletín Oficial de los detEstados.
La mazmorra (XIII)
jueves, 25 de agosto de 2011
Terrenal (discrepando con Borges)
A Fany Martín
“Siempre imaginé que el Paraíso sería algún tipo de biblioteca.”
Jorge Luis Borges
si hubiese un paraíso -no lo creo-
sería un ya sabido un todo dicho
una guarida acuosa ardiente nicho
de afectos sin palabras coliseo
(no digo este silencio en que el deseo
frustrado me ha arrojado por capricho
de un montaraz y estólido entredicho
en verso y alma a un tártaro hondo y feo)
si hubiese un paraíso no sería
museo estatua libro biblioteca
o poema que sin eco en flor se seca
si hubiese –nunca fue o será- sería
-la jerga del gemido único abrigo-
un terrenal y etéreo tú conmigo
miércoles, 24 de agosto de 2011
La mazmorra (XII)
lenta agonía del alma
sujeta al potro
entre el pánico insomne
y sueños rotos
(descoyuntada
ansiando el fin rezuma
desesperanza)
sujeta al potro
entre el pánico insomne
y sueños rotos
(descoyuntada
ansiando el fin rezuma
desesperanza)
martes, 23 de agosto de 2011
La mancha
TRAS largo tiempo de umbrosa pesadumbre, amaneció radiante. Aquellos que lo conocían bien no recordaban haberlo visto tan animado y jovial en muchos años, ni encontraban explicación plausible a tan radical y repentina transformación en su estado de ánimo. Lo cierto, aunque nunca llegó a saberse –para qué indagar sobre las causas de tan inesperada felicidad-, es que una misericordiosa amnesia selectiva había borrado de su memoria cada instante de anhelos frustrados, de carencias, de desencuentro, de pertinaz y doloroso olvido del que había sido objeto. Y todo permaneció así hasta que unos meses después, en su pecho, justo al lado del corazón, apareció aquella mancha. Primero la frotó con saña, más tarde se arrancó la piel con ayuda de una navaja de afeitar, y, finalmente, la quemó con un hierro candente. Pero siempre terminaba reapareciendo. La mancha, aquella mancha, el rostro vivo de un pasado que nunca tuvo presente, de la pecaminosa morbidez de lo inmaculado.
lunes, 22 de agosto de 2011
Relatos verosímiles (4): Independencia ficticia (Carlos Parejo)
Los habitantes de aquella pequeña isla del Océano Atlántico tuvieron que esperar a que se cruzara el umbral del siglo XXI para lograr pacíficamente la independencia política de una de las últimas potencias coloniales del mundo.
Sus élites ilustradas celebraron festivamente la inauguración del Parlamento y la elección del primer Gobierno local. Consideraban un milagro que una isla tan pequeña y de costa acantilada, que se podía recorrer a pie en una jornada, y en la que cabían menos de cien mil almas repartidas en las tres urbes que ocupaban las únicas calas de playas arenosas, pudiera ser libre.
Eso sí, previamente los poderes financieros del país colonial habían construido un aeropuerto y tres grandes hoteles privados en las calas, que llenaban con sus turistas todo el año. Y las tierras llanas del interior, habían sido adquiridas por una de sus empresas multinacionales. El clima era tan suave que sus cereales resultaban ideales para fabricar las hamburguesas que vendía su cadena de restaurantes por todo el orbe. Resuelta la inevitable dependencia económica de los isleños, qué baño de fama se dieron los líderes políticos del antaño llamado país imperialista. Al otorgarles la ansiada y ficticia independencia, hasta fueron aplaudidos en la ONU.
Además, las sucursales bancarias del antiguo país colonialista gestionaban todos los ahorros de los nativos, una de sus universidades privadas controlaba la formación de los cuadros superiores de aquella diminuta sociedad, y sus cadenas de radio y televisión inyectaban diariamente la cultura popular de los antes odiados invasores, que se tomaba como ejemplo de modernidad y progreso.
Poco a poco los isleños advirtieron de que iban perdiendo sus costumbres y lengua propias. Pero la intoxicación creada por su antigua potencia colonial era tan masiva e irreversible que poco quedaba por hacer.
Sus élites ilustradas celebraron festivamente la inauguración del Parlamento y la elección del primer Gobierno local. Consideraban un milagro que una isla tan pequeña y de costa acantilada, que se podía recorrer a pie en una jornada, y en la que cabían menos de cien mil almas repartidas en las tres urbes que ocupaban las únicas calas de playas arenosas, pudiera ser libre.
Eso sí, previamente los poderes financieros del país colonial habían construido un aeropuerto y tres grandes hoteles privados en las calas, que llenaban con sus turistas todo el año. Y las tierras llanas del interior, habían sido adquiridas por una de sus empresas multinacionales. El clima era tan suave que sus cereales resultaban ideales para fabricar las hamburguesas que vendía su cadena de restaurantes por todo el orbe. Resuelta la inevitable dependencia económica de los isleños, qué baño de fama se dieron los líderes políticos del antaño llamado país imperialista. Al otorgarles la ansiada y ficticia independencia, hasta fueron aplaudidos en la ONU.
Además, las sucursales bancarias del antiguo país colonialista gestionaban todos los ahorros de los nativos, una de sus universidades privadas controlaba la formación de los cuadros superiores de aquella diminuta sociedad, y sus cadenas de radio y televisión inyectaban diariamente la cultura popular de los antes odiados invasores, que se tomaba como ejemplo de modernidad y progreso.
Poco a poco los isleños advirtieron de que iban perdiendo sus costumbres y lengua propias. Pero la intoxicación creada por su antigua potencia colonial era tan masiva e irreversible que poco quedaba por hacer.
© Carlos Parejo Delgado
domingo, 21 de agosto de 2011
sábado, 20 de agosto de 2011
La mazmorra (XI)
viernes, 19 de agosto de 2011
jueves, 18 de agosto de 2011
miércoles, 17 de agosto de 2011
La mano que mece la pluma
me gustan ¡no! me encantan tus sonetos
tu modo de alumbrarlos diferentes
porfiados inefables decadentes
cabales demolidos incompletos
lo mismo si evidentes e indiscretos
que arcanos intangibles y prudentes
me son tan admirables y absorbentes
que siempre gozarán de mis respetos
mas debo confesar que a ser sincero
a la hora de juzgarlos mi rasero
no puede ser ecuánime pues tanto
o más que de esos versos mago encanto
yo gusto de la dueña de la mano
que bien mece la pluma aun siendo en vano
martes, 16 de agosto de 2011
La mazmorra (X)
un miedo atroz de súbito satura
los sueños de un hedor a nube ajada
y anega con su estiaje la alborada
tintando sus celestes de cordura
y llueve en los adentros de la oscura
mazmorra una sequía bienhablada
sinónimo de abismo y barricada
fraguado en la mudez de una impostura
(el ruido de la luz en la pupila
del pez aguadenoche es una huella
de sal en la memoria que titila
ahogando en la evidencia la epopeya
un mar de arena estéril que aniquila
con su hosco resplandor la última estrella)
los sueños de un hedor a nube ajada
y anega con su estiaje la alborada
tintando sus celestes de cordura
y llueve en los adentros de la oscura
mazmorra una sequía bienhablada
sinónimo de abismo y barricada
fraguado en la mudez de una impostura
(el ruido de la luz en la pupila
del pez aguadenoche es una huella
de sal en la memoria que titila
ahogando en la evidencia la epopeya
un mar de arena estéril que aniquila
con su hosco resplandor la última estrella)
lunes, 15 de agosto de 2011
Relatos verosímiles (3): Terremoto alimentario (Carlos Parejo)
El lunes día 10 de agosto del año 2011, un total de ochenta participantes en el Encuentro Europeo de “Ideas Jóvenes para una Nueva Cultura”, alojados en un albergue situado al norte de Alemania, resultaron gravemente intoxicados al cenar hamburguesas. Las autoridades, tras los oportunos análisis de laboratorio, han anunciado la cuarentena para las verduras y hortalizas, la carne de ternera y las mezclas de cereales importadas por el país teutón. Estas medidas han producido sucesivas réplicas en los países europeos del entorno, que están teniendo graves consecuencias en los países de origen de estos alimentos.
Miles de trabajadores marroquíes y subsaharianos han debido regresar a sus países ante la paralización temporal de las producciones de verduras y hortalizas en los invernaderos españoles, y lo mismo ha ocurrido con los trabajadores pakistaníes y de Bangla Desh que se ocupaban en los invernaderos argelinos y tunecinos.
La Pampa argentina, siempre tan plana, ha arrugado el ceño. Varios cientos de miles de vacas se han sacrificado por motivos sanitarios y las granjas de reproducción asistida trabajan a todo ritmo para reponerlas. Con esta carne muerta, la industria de grasas de origen animal ha cotizado su máximo valor histórico en la bolsa de Buenos Aires.
Los cereales importados de la franja verde de Somalia y Etiopia, los más baratos del Mundo, han sido bloqueados en las fronteras comunitarias. Los intermediarios de este negocio los han cedido a miles de personas hambrientas en campos de refugiados de la franja desértica del Cuerno de África, donde por primera vez en muchos años no habrá una mortal hambruna masiva. A cambio, un miembro de cada una de estas familias beneficiadas trabajará gratis durante el año que viene en sus explotaciones agrícolas.
Miles de trabajadores marroquíes y subsaharianos han debido regresar a sus países ante la paralización temporal de las producciones de verduras y hortalizas en los invernaderos españoles, y lo mismo ha ocurrido con los trabajadores pakistaníes y de Bangla Desh que se ocupaban en los invernaderos argelinos y tunecinos.
La Pampa argentina, siempre tan plana, ha arrugado el ceño. Varios cientos de miles de vacas se han sacrificado por motivos sanitarios y las granjas de reproducción asistida trabajan a todo ritmo para reponerlas. Con esta carne muerta, la industria de grasas de origen animal ha cotizado su máximo valor histórico en la bolsa de Buenos Aires.
Los cereales importados de la franja verde de Somalia y Etiopia, los más baratos del Mundo, han sido bloqueados en las fronteras comunitarias. Los intermediarios de este negocio los han cedido a miles de personas hambrientas en campos de refugiados de la franja desértica del Cuerno de África, donde por primera vez en muchos años no habrá una mortal hambruna masiva. A cambio, un miembro de cada una de estas familias beneficiadas trabajará gratis durante el año que viene en sus explotaciones agrícolas.
© Carlos Parejo Delgado
domingo, 14 de agosto de 2011
La mazmorra (IX)
sin nada por pensar -o casi nada
tan sólo un pensamiento recurrente
lo mismo que un taladro incandescente
rompiendo piel y huesos cráneo y mente-
el verbo se hizo carne putrefacta
carroña hasta tal punto deletérea
que obróse en sus piltrafas el prodigio
de provocar las náuseas de los buitres
-el ciclo de la vida detenido
en medio de la nada por mazmorra
tortura del poema embadurnado
de un albañal amniótico que huele
con saña a nada a muerte a muerte a nada
lunes, 8 de agosto de 2011
Relatos verosímiles (2) (Carlos Parejo)
Mi abuela pensó que se iba al cielo. Toda su vida nos decía lo que estaba bien y mal. Los vicios y virtudes de cada cual. Leyó decenas de veces la Sagrada Biblia. Los mensajes del Dios Cristiano a través de sus profetas dieron sentido a su quehacer cotidiano.
Su marido era ateo y librepensador. Por eso, mi madre lo que hizo fue leerse entero el Diccionario de la Lengua Española de la humanista María Moliner. Siempre tenía nombres y adjetivos para ilustrarnos cómo era cada persona y situación. La incineramos y arrojamos sus cenizas al Mar Mediterráneo, por su expresa voluntad, donde pretendía que resucitaría con cualquier otra naturaleza.
Yo, cada día, me nutro de la interminable base de datos de la empresa buscador GOOGLE. Me impresiona tanto que dos matemáticos hayan inventado cómo acumular en esta máquina la información de miles de autores de cientos de países y decenas de épocas históricas, antes tan difícil de obtener o consultar. Pero tanta información me causa ansiedad. El cerebro humano no puede digerirla en forma, manera y tiempo. Y entonces me pregunto qué utilidad y uso tendrá todo este saber acumulado en GOOGLE para mis hijos, cómo les hará.
Están informados como nunca de tantas cosas y, a la vez, no saben nada de ética y moral, pues nunca han ojeado una Bíblia, y han paladeado muy poquito del tesoro de palabras de nuestra lengua, pues ante la duda rechazan el uso del Diccionario y se van a la rápida Wikipedia.
Pero, eso sí, me han buscado información sobre treinta y seis formas distintas de irme de este Mundo para que elija la que más me guste.
Su marido era ateo y librepensador. Por eso, mi madre lo que hizo fue leerse entero el Diccionario de la Lengua Española de la humanista María Moliner. Siempre tenía nombres y adjetivos para ilustrarnos cómo era cada persona y situación. La incineramos y arrojamos sus cenizas al Mar Mediterráneo, por su expresa voluntad, donde pretendía que resucitaría con cualquier otra naturaleza.
Yo, cada día, me nutro de la interminable base de datos de la empresa buscador GOOGLE. Me impresiona tanto que dos matemáticos hayan inventado cómo acumular en esta máquina la información de miles de autores de cientos de países y decenas de épocas históricas, antes tan difícil de obtener o consultar. Pero tanta información me causa ansiedad. El cerebro humano no puede digerirla en forma, manera y tiempo. Y entonces me pregunto qué utilidad y uso tendrá todo este saber acumulado en GOOGLE para mis hijos, cómo les hará.
Están informados como nunca de tantas cosas y, a la vez, no saben nada de ética y moral, pues nunca han ojeado una Bíblia, y han paladeado muy poquito del tesoro de palabras de nuestra lengua, pues ante la duda rechazan el uso del Diccionario y se van a la rápida Wikipedia.
Pero, eso sí, me han buscado información sobre treinta y seis formas distintas de irme de este Mundo para que elija la que más me guste.
© Carlos Parejo Delgado
domingo, 7 de agosto de 2011
La mazmorra (VIII)
turbio gusano del silencio oh tú
que habiendo bosquejado el espejismo
del verbo carne ungiendo el horizonte
devoras la palabra que me nombra
y mudada en estrépito la escupes
sobre los excrementos de la noche
oh tú bozal del verso
aparta unos instantes la mortaja
de hirsuta seda que ahoga el alarido
y deja que mi cántico alce en sueños
el vuelo hacía el crepúsculo cerúleo
que ondea sobre el fiel de la mazmorra
La mazmorra (VII)
viernes, 5 de agosto de 2011
Seguidilla crepuscular
La mazmorra (VI)
jueves, 4 de agosto de 2011
La mazmorra (V)
miércoles, 3 de agosto de 2011
Jubilación del júbilo
La mazmorra (IV)
“Los perros son como la muerte: quieren huesos.”
Alejandra Pizarnik
cuando muera el poema
-el único el de ahora este que nunca-
sacad su cuerpo roto su alma tóxica
del fondo de esta lóbrega mazmorra
que habitan sin aliento en el gemido
y echadlos sin sudario al muladar
donde engorda el verdugo
para que al devorar sus huesos beba
del vértigo espantoso de lo cóncavo
Ilustración: Ciervo acosado por una jauría de perros, de Paul de Vos
martes, 2 de agosto de 2011
La mazmorra (II)
lunes, 1 de agosto de 2011
La mazmorra (I)
llega un instante incierto en la mazmorra
en el que el torturado aun inocente
se declara culpable y sólo ansía
que todo acabe pronto
promesas amenazas la ordalía
los agrios electrodos contra el sexo
el potro los grilletes la mordaza
los clavos en las manos en la lengua
las llagas en los párpados el miedo
la luz en las pupilas la estólida esperanza
y el raro amor que siente por el rostro
que oculto en la capucha del verdugo
conoce como el mapa de un oscuro
e hirsuto laberinto sin Ariadna
Relatos verosímiles (1) (Carlos Parejo)
EL día amaneció de manera sorprendente. Un asteroide había rozado la atmósfera de la Tierra, y no impactó de milagro contra su superficie. A su paso, barrió todos los satélites de telecomunicaciones situados en el cielo, llevándolos a la condición de basura estelar.
Millones de seres humanos no pudieron usar sus teléfonos móviles al poco tiempo de despertarse. Sus llamadas de reclamación colapsaron en vano las centralitas de las compañías operadoras. Las bolsas de valores de todo el Mundo suspendieron sus sesiones. Los tres jinetes del Apocalipsis, o sea, las tres grandes compañías de prima de riesgos que especulaban con la compra de deudas estatales, no pudieron robar su tajada diaria de millones de euros y dólares, tal como venían haciendo desde el año 1995. Hasta el Pentágono ordenó paralizar una acción militar contra los talibanes en las montañas entre Afganistán y Pakistán. Sus campamentos se habían esfumado de los ordenadores centrales. Los militares incursos en esta operación guerrera respiraron aliviados.
Millones de seres humanos no pudieron usar sus teléfonos móviles al poco tiempo de despertarse. Sus llamadas de reclamación colapsaron en vano las centralitas de las compañías operadoras. Las bolsas de valores de todo el Mundo suspendieron sus sesiones. Los tres jinetes del Apocalipsis, o sea, las tres grandes compañías de prima de riesgos que especulaban con la compra de deudas estatales, no pudieron robar su tajada diaria de millones de euros y dólares, tal como venían haciendo desde el año 1995. Hasta el Pentágono ordenó paralizar una acción militar contra los talibanes en las montañas entre Afganistán y Pakistán. Sus campamentos se habían esfumado de los ordenadores centrales. Los militares incursos en esta operación guerrera respiraron aliviados.
© Carlos Parejo Delgado
Suscribirse a:
Entradas (Atom)