lunes, 30 de agosto de 2010

El último guerrero


Una vez más de tantas
te espero a la hora D y el día H
en el lugar de siempre.

Puntual como un reloj -casi perfecto-
de 23 quilates
made in Suiza,
no acudes a la cita que no hemos concertado,
dejándome sin tiempo y con la paz
que porto como ofrenda entre las manos,
en esta nada estéril donde ha mucho
no quedan ni enemigos ni aliados.

(Guerrero de la luz, noche tras noche,
Mi abismo es más profundo entre las sombras:
El brillo de mi tiempo se ha agotado).

1 comentario:

Paloma Corrales dijo...

"Cada modo de realidad da lugar a un modo distinto de intuición" -que decía Ortega- y veces las no realidades nos sumergen en las profundidades abisales.

AbrazoTe.