viernes, 31 de agosto de 2007

La flor de la vida

Tu vida se extinguió

Cuando apenas contabas veinte años.

No llegaste a hospedar conciencia de tu muerte

Y, alma en pena, continuaste

------------------------------------------ planchando,

Tendiendo al sol la ropa, haciendo la colada,

Almibarando almuerzos, las cenas desoladas,

Los agrios desayunos y la pus de otras llagas.


Y en las noches sin lumbre, como luz y milagro,

Tras de lluvia regar las clavellinas,

Velaban sin descanso tus latidos,

Sangre ahogada en un puño metida,

Por la miel en los labios y el soñar de los hijos.


Y tragaste tu bilis,

Durante un largo tiempo,

Sin al fin decidirte por hacer la valija

Y, abrigada en la noche, para siempre, escaparte.


Hace no mucho tiempo –siempre el pasado es corto

Aunque parezca eterno cuando al cieno nos ata-

Las garras de la muerte,

Tan piadosas a veces con los que permanecen,

Te arrancaron con mimo la mortaja

Y empezaste a vivir. No faltaron las lágrimas,

Ha de doler nacer de otras muertes,

Cuando siempre se tuvo respeto por la vida.

Pero, a pesar del dolor, retoñaste.


No llegues a pensar

Que, por andar rondándote

Los setenta,

------------------ ha podido ser tarde,

Airea y desempolva los sepulcros

¡Y aprovecha!

Está toda tu vida

Por vivir, por delante.

jueves, 30 de agosto de 2007

Aunque emigre el deseo

A mari

Tú, mi mujer, y yo, tu hombre.
Aunque ya casi nunca nos digamos te quiero,
Aunque el amor sea un ave sin trino
Del que sólo esperamos que acabe de extinguirse,
Aunque ya suspiremos sin emoción,

Aunque en la noche, cuerpo con cuerpo,
La antigua calidez se siga marchitando,
Aunque el deseo, sin hacer las maletas,
Emigre tantas veces a un sur imaginario,
Aunque no comprendamos nuestro dolor.

Tú, mi mujer, y yo, tu hombre.
Aunque sea la inercia la fuerza que nos une,
Aunque vayamos con la desesperanza
Y la monotonía, tomados de la mano,
Aunque ya nos miremos sin efusión.

Aunque el camino, nuestras pisadas,
Haya enterrado en hielo sin más amaneceres,
Aunque gimamos al pensar para siempre
Tantos surcos vacíos quebrándonos las manos,
Aunque apenas oigamos al corazón.

Tú eres, mujer, fiel compañera
Que, a pesar de estos aunques, perderías la vida
Por confortarme, por hacerme feliz,
Por encontrar el modo de tenerme en lo eterno
Como tu ángel guardián. Yo sólo, tu hombre.

Un diamante… tampoco es para siempre

(apuntes para una nimia tragedia en dos breves actos)
ACTO PRIMERO

ÉL, ELLA.

El acto se desarrolla a la caída del ocaso, en el salón de la casa de ella, sólo iluminado por la leve penumbra lateral -de tonalidad purpúrea- procedente de un ventanal orientado al oeste, sin balcón y con las cortinas, translúcidas y de color celeste, corridas. Como único mobiliario un sofá de color verde oscuro y una mesa de caoba. Las blancas paredes, desnudas, macilentas ante las fauces de la noche.

(Se levanta el telón).

ÉL (de pié, mirándola a los ojos). –Y si, como dices, aún me aprecias, e igual que yo, deseas tratar de ir suavizando con el tiempo la distancia y la incomunicación a que dieron lugar tantos malos entendidos entre nosotros, ¿por qué te niegas a demostrármelo alguna vez con un mínimo de ternura?

ELLA (hundida en el sofá y con la mirada perdida en las cortinas). –¿Es que acaso no tienes fe en mí?

ÉL (tras acercarse a la ventana y descorrer la cortina, mirando al exterior y dándole la espalda para ocultar las lágrimas que empiezan a aflorar mansamente desde sus ojos). –Ya sabes que siempre fui un descreído. Pero esa no es la cuestión. La fe, a veces, requiere de pequeños milagros para no ir desvaneciéndose en el vacío ¿Te importaría responder a mi pregunta con un intento de explicación y no con otra pregunta?

ELLA (con voz firme y manos trémulas). –Bueno, lo cierto es que por nada del mundo me permitiría perder mi fortaleza; es de lo poco que ya me queda. Eso es todo.

Fin del diálogo. Él, sin decir palabra y sin mirarla, se despide con un lacónico gesto cansado y un amargo rictus en el rostro, mientras va cayendo el telón.

ACTO SEGUNDO

ÉL, ELLA.

El mismo escenario, pero con la luz indirecta del amanecer penetrando por la ventana, que aún permanece con la cortinas descorridas. Ella aún va vestida con la ropa del día anterior y aparece sin maquillar y notoriamente despeinada.

(Se levanta el telón).

ÉL (entra en escena portando un martillo en la mano derecha). –Buenos días (con voz apagada y medrosa), no temas, no es mi intención causarte daño alguno.

ELLA (semitumbada en el sofa; mirándolo a los ojos y con voz tranquila, aunque sin poder evitar cierta sorpresa en su rostro). –Aunque ignoro lo que pretendes, nada temo. Sé que por nada del mundo te permitirías hacerme algún daño de manera premeditada y consciente.

ÉL (sacando un pequeño diamante del bolsillo de la camisa) –Sólo pretendo…

ELLA (interrumpiéndolo con voz enérgica, mientras con rápidez se incorpora del sofá para ponérsele frente a frente). –¡No hubieras debido!; ¡sabes de sobra que estas cosas no dan resultado conmigo!

ÉL (agachándose para colocar el diamante sobre el suelo). –No es eso, mujer, no es eso.

ELLA (en tono de desconcierto, y elevando las palmas de las manos, abiertas al frente y con gesto tenso, a la altura de los hombros). –¿Entonces…?

Fin del diálogo. Con el diamante ya sobre el suelo, él, de un golpe seco, lo hace polvo y añicos. Se incorpora, saca una esponja azul del bolsillo izquierdo del pantalón y, junto con el martillo, lo deposita sobre la mesa. Se besa las yemas de los dedos anular y corazón de la mano izquierda, y de un suave soplido hace ademán de enviarlo hacia ella. Se marcha en silencio mientras ella permanece, de pie e inmóvil, mirando fijamente la mesa hasta que termina de caer definitivamente el telón.

FIN


(Tras unos instantes de profundo silencio, pitos y palmas. Aparecen algunos pañuelos ondeando entre el público, no se sabe bien si en señal de aprobación o reclamando las orejas y el rabo del autor –todo ello, claro está, tan sólo en la imaginación de éste).


Nota (para nada baladí) del autor: Sería recomendable -de algún día llegar a representarse esta desastrosa tragedia- que no fuese utilizado un diamante auténtico.

Otra nota del autor (ésta, de carácter aclaratorio –tal vez fuese conveniente, de nuevo en el caso de una improbable representación, que figurase en los programas de mano, aunque, en cualquier caso, y de no hacerlo, ésta no sería la incógnita más importante que quedaría por resolver.): Aunque pudiera parecerlo, él no dispone de llave. Es ella la que siempre tiene su puerta entreabierta, a la hora en que intuye que él puede llegar. Su intuición, a veces, sólo a veces, podía ser asombrosa.

Y volver, volver, volver...

Hace unos días que, como todo, terminaron mis vacaciones. El mismo día que regresaba al currele, en varios de los carteles luminosos de la autopista, pude leer un cínico y agresivo mensaje que parpadeaba y parpadeaba sin cesar a cada pocos kilómetros:

VOLVER
ES LO
IMPORTANTE

A lo que, yo, no pude más que decirme para mis adentros: ¡Y UN CARAJO!

(¡Vaya modo ruin de fomentar síndromes post-vacacionales!)

miércoles, 29 de agosto de 2007

Revelación

Piensa un instante en la muerte,

Mi muerte tu muerte la muerte

----------------------------------------------------------- De todo.


Y acuérdate de pensar

Que pudiera acontecer

Que me venga a reclamar,

Inesperada, esta noche.


Piensa

-------- piensa

---------- piensa

----------- piensa.


Piensa en mi muerte y después

Ven a estrecharme en tus brazos.


(Más tarde,

Si se nos regala el alba,

Ya veríamos…)

Pared desnuda

Por ceñirme a tus deseos,
Desde siempre he renunciado
A dormir junto a tus sueños,

Junto a tu vientre tus labios
Tu alma tu espalda tu aliento
Tu pecho tu piel tus manos…
Con mi vida en tu regazo,
A dormir sobre tu lecho.

Sabrás que no me refiero
A echar un polvo prohibido.
Eso se hace con cualquiera,
Y para mí tú eras única
Cual cielo luna u océano.

Y nos fuimos alejando
Al dolor de mi renuncia
Y por tu miedo al pecado.

Y enterrado en el olvido,
Como cruz llevo el lamento
De tampoco haber logrado

Bailar contigo una tarde,
Pasearnos por el río,
O colocarte algún cuadro.

Efecto antagónico

"Si no esperas lo inesperado no lo reconocerás cuando llegue"
Heráclito


Sumido en la soledad absoluta de la más oscura de las noches que era capaz de recordar, no lograba apartar de su memoria el reflejo de la flor, tintando de celeste las aguas del río. Fue cuando un destello luminoso vino a sacarlo de su profunda introspección. Alzó la mirada, y en uno de los paneles informativos de la autopista parpadeaba un mensaje:

VOLVER
ES LO
IMPORTANTE


Cerró los ojos, y aceleró.

martes, 28 de agosto de 2007

El amor

A la memoria de Charo


Para ella el siglo XX,
Que comenzó en 1950 y tantos,
Sólo duró
40 y pocos años.
Del resto, hasta 100,
Una parte le fue arrebatada
Por un puñetero cáncer galopante,
Y la otra,
Fue su regalo de amor y vida
A un hijo tardío que estaba por venir.
De aquellos que la conocieron,
Ya muy pocos suelen recordarla,
Pero yo, que nunca la vi perder la sonrisa ni rendirse,
La tengo en un lugar de privilegio
A la luz de mi memoria,
Uno de esos lugares que sin cesar palpitan
En mitad del corazón.
Su siglo XX:
¡Qué poco tiempo
Para tan gran mujer!

lunes, 27 de agosto de 2007

En el amor y en la guerra…

Con frecuencia se compara, aberrantemente, al amor con la guerra. “En el amor y en la guerra todo vale”. Esta frase, sin duda, establece una similitud, amén de desafortunada, harto peligrosa. Porque con ella no sólo se está dando “razón” de ser a la sinrazón que reza que el fin justifica los medios, sino que, además, se está colocando a la misma altura al elevado sentimiento del amor, estrechamente emparentado con la paz, y a la bajeza ignominiosa de la guerra, culmen de violencia. Y esos son dos “argumentos” inaceptables.

No obstante, qué duda cabe del profundo dolor que ocasiona –imagino que al igual que en la guerra- el sentirse vencido en el amor. Pero más doloroso es aún, sintiéndose con fuerzas para seguir intentándolo, haber de rendirse por respeto al otro, para tratar de evitar cualquier posibilidad de herirlo. Pero éste –que ya no tiene cabida en la guerra- es un sacrificio que, llegado el momento, aquél que ama ha de asumir. Pues, de no ser así, ese presunto amor no sería más que un espejo donde se mira el odio, con muchas posibilidades de quebrarse en miles de afiladas esquirlas prestas a derramar sangre; como en la guerra. O en la guerra misma, como símil de violencia. Debemos amar no porque y para que nos amen. Simplemente amar y en honor de ese amor ser capaces hasta de renunciar al otro. Y nunca jamás tratar de justificar en nuestro dolor, el dolor que podamos causar a quienes decimos amar.

Pocas enseñanzas habrá tan duras de asumir como ésta. Pero tampoco tan imprescindibles para sentar algunas de las bases necesarias que nos permitan evitar confundir amor y guerra, o que terminemos haciendo la guerra contra aquellos que creemos amar. Una enseñanza con la que saldremos reforzados en nuestra capacidad de amar y, a la vez, comenzaremos realmente a ser dignos de ser amados, por muchas que sean las ocasiones en las que debamos acabar rindiéndonos.

Y en el camino de este aprendizaje continuo, qué duda cabe –como digo no es nada fácil- de que suspenderemos muchas asignaturas, pero no por ello deberíamos dejar de seguir intentándolo con la intención de doctorarnos cum laude.

En este punto podría terminar este artículo y quedaría de lo más abnegado y romántico. Pero, ¿sería suficiente?, ¿estaría contribuyendo –o, al menos intentándolo- de algún modo, aparte de al mayor o menor lucimiento del que escribe, a buscar soluciones al asunto que nos ocupa, que no es otro que el de la violencia?

No.

Volvamos al principio: “En el amor y en la guerra todo vale”. Amor y guerra –o amor y muerte-, las dos grandes fuerzas que mueven al ser humano, y, en ellas, todo vale. De nuevo nos encontramos con el fin justificando los medios y en cualesquiera situaciones. Hay muchas frases hechas, y ésta es una de ellas, que no hacen más que reflejar fielmente la conciencia social o, en el caso de sociedades desocializadas como la actual, su inconsciencia.

Nos ha tocado vivir en una sociedad, tremendamente beligerante, “construida” por y para la violencia -“Guerra es Paz” que dijera Orwell. Una sociedad tiranizada por los contravalores de la competitividad y el éxito a cualquier precio, entendido aquél como la consecución de cuantos “bienes”, casi siempre con un carácter estrictamente material, sean posibles. Y aquél que se queda en el camino sin alcanzar la meta, acaba siendo considerado un fracasado, tan sólo “digno” del desprecio y hasta la burla por parte de los triunfadores.

“En el amor y en la guerra todo vale”. Difícilmente, y a poco que reflexionemos, podremos mostrarnos extrañados, sinceramente, por las violencias latente y manifiesta de nuestra sociedad, reflejada en esta frase. Una sociedad en la que –es preciso insistir- cada uno de sus individuos ha de tratar de apropiarse, al precio que sea y excluyendo a los otros, de cuantos más y “mejores” “bienes” materiales, mejor. Y en ese concepto de “bienes”, no lo obviemos, están incluidos los seres humanos. Todo ha de ser mío y, si para ello es necesario, haré uso de toda la violencia para la que esté capacitado, si es que el hecho de poder ejercer la violencia puede ser considerado como una capacitación.

No se trata, con todo lo anterior, de negar la responsabilidad individual que nos corresponde por cada uno de nuestros actos. Al fin y al cabo, siempre tendremos ahí al libre albedrío, entendido éste despojado de cualquier connotación religiosa, que no ética. Siempre podremos optar por no hacer a los demás lo que no deseamos para nosotros mismos. (Aunque es preciso reconocer que, inmersos en esta carrera desbocada hacia el abismo en la que nos vemos casi obligados a ir pisoteándonos continuamente los unos a los otros y teniendo en cuenta que tampoco deja de ser ético tratar de evitar en nosotros lo que no desearíamos que sufriesen los demás, la cosa se complica).

De lo que se trata es de poner de manifiesto que hay una serie de superestructuras invisibles –un lado oscuro- que, como vampiros al abrigo de la noche, se alimentan de violencia. Una violencia que es única en su origen, aunque se manifieste con diferentes máscaras. La violencia de género, la violencia empresarial –ya sea activa, como sucede en los casos de acoso, ya pasiva, como causa de tantos y tantos siniestros laborales-, la violencia en el mundo del “deporte” –en los campos de juego, las gradas y las calles-… y la violencia gratuita o sadismo que, en parte, es resultado de la “sublimación” de las anteriores, nacen todas del mismo monstruoso útero, y cuando se da una, se suelen dar las restantes.

Así que se podrán poner en marcha cuantas -sin duda, necesarias- políticas y actuaciones se quiera contra todas y cada una de esas manifestaciones, que no tipos, de violencia, pero, con ellas, en tanto no se emprendan actuaciones radicales contra el origen del que emanan –competitividad e individualismo como modo de apropiación privativa y exclusivista de bienes-, lo único que como mucho se logrará –utilizando de nuevo símiles bélicos, como ven resulta casi inevitable- es ganar algunas batallas mientras se va perdiendo irremisiblemente la guerra.

La pregunta es: ¿Están los poderes fácticos, a través de la correa de transmisión pseudo-democrática de los poderes "públicos", dispuestos a que se pongan en marcha las actuaciones necesarias para erradicar ese origen de la violencia en el que encuentran su “razón” de ser?

Y una de las respuestas más probables: “En el amor y en la guerra todo vale”.

Petrificación

Ya no empaña tu espejo
Con su canto prohibido
El aliento vencido
De mi voz musical.
Enterrado en el lodo
Que fraguó tu mutismo
Y, del tiempo, el abismo
Se tornó mineral.

La escalera de Jacob

Se equivocó la paloma.
Mas al cielo quiso alzarse
Y creyó que para hacerlo
Sobraba el peso del aire.

Se desplomó la paloma.
Con el vacío en sus alas
Su celeste se hizo infierno
De sangre. Se equivocaba.

domingo, 26 de agosto de 2007

Celos

Golpe a golpe,
Beso a beso,
La fue matando.

Sala de espera

El reloj

---------- tuvo un infarto.


Llegaron los servicios de emergencias

Con tiempo de hallarlo con vida

-o, al menos, respiraba-.

Y aullaron las sirenas arañando el asfalto

Por las venas desiertas de la nausea escondida

Como flor migratoria

Como cortejo

------------------- fúnebre.


Ahora está

--------------- en el quirófano:


Lo abrieron de tic en tac,

Y mana tiempo perdido

De sus arterias vacías.


El pronóstico es muy grave:


Andan buscando un donante

Y me dicen que no saben

Si lo encontrarán a tiempo

Para alcanzar a salvarlo.


Vivo en la sala de espera

Mientras se me muere en blanco.

Lilas y claveles

(Poética perdida)


Tantos versos doloridos,

En el fondo tan vacíos

-Hablo del fondo del alma,

Mi alma vacía- y mientras tanto,

Con un quedo patetismo,

Sigo sentado esperando

A escribir el poema de mi vida.


Ese poema que, por ejemplo,

La boca en las tinieblas me colme de tu nombre,

Y en la alborada pinte en mi pecho claveles rojos

Con la palabra REVOLUCIÓN.

sábado, 25 de agosto de 2007

Iceberg

He quebrado,

No hago aguas.

(Sobre carbunclos de hielo

Lamen los lobos mis ansias).

Hugo Chávez (por Ignacio Ramonet)

Le Monde Diplomatique. Edición Española. Agosto 2007. Núm. 142.


Pocos Gobiernos en el mundo son objeto de campañas de demolición tan cargadas de odio como Hugo Chávez, presidente de Venezuela. Sus enemigos no han vacilado ante nada: golpe de Estado, huelga petrolera, éxodo de capitales, intentos de atentados... Desde los ataques de Washington contra Fidel Castro no se había visto un ensañamiento semejante en América Latina.


Contra Chávez se divulgan las más miserables calumnias, concebidas por las nuevas oficinas de propaganda -National Endowment for Democracy, Freedom House- financiadas por la Administración del presidente de Estados Unidos George W. Bush. Dotada de recursos financieros ilimitados, esta máquina de difamar manipula repetidores mediáticos (entre ellos los diarios de referencia) y organizaciones de defensa de los derechos humanos, enroladas a su vez al servicio de designios tenebrosos. Sucede también, ruina del socialismo, que parte de la izquierda socialdemócrata sume su voz a este coro de difamadores.


¿Por qué tanto odio? Porque en momentos en que la socialdemocracia pasa en Europa por una crisis de identidad, las circunstancias históricas parecen haber confiado a Chávez la responsabilidad de asumir la conducción a escala internacional de la reinvención de la izquierda. Mientras que en el viejo continente la construcción europea ha tenido como efecto hacer prácticamente imposible toda alternativa al neoliberalismo, en Brasil, Argentina, Bolivia y Ecuador, inspirados por el ejemplo venezolano, se suceden experiencias que mantienen viva la esperanza de realizar la emancipación de los más humildes.


En ese sentido el balance de Chávez es espectacular. Se comprende que se haya convertido en referencia obligada en decenas de países pobres. ¿No ha refundado la nación venezolana sobre una base nueva, legitimada por una nueva Constitución que garantiza el involucramiento popular en el cambio social, siempre dentro del más escrupuloso respeto de la democracia y de todas las libertades? (1). ¿No ha devuelto a unos cinco millones de marginados, entre ellos las poblaciones indígenas, su dignidad de ciudadanos? ¿No ha recuperado la empresa pública Petróleos de Venezuela Sociedad Anónima (PDVSA)? ¿No ha desprivatizado y devuelto al servicio público la principal empresa de telecomunicaciones del país como así también la empresa de electricidad de Caracas? ¿No ha nacionalizado los campos petrolíferos del Orinoco? Por último, ¿no ha consagrado parte de la renta petrolera a conseguir una autonomía efectiva frente a las instituciones financieras internacionales, y otra al financiamiento de programas sociales?


Más de tres millones de hectáreas de tierra han sido distribuidas entre los campesinos. Millones de niños y adultos han sido alfabetizados. Se han instalado millares de dispensarios médicos en los barrios populares. Decenas de miles de personas sin recursos con afecciones oculares han sido operadas gratuitamente. Los productos alimentarios básicos son subvencionados y ofrecidos a los pobres a precios inferiores en un 42% respecto de los del mercado. La duración del trabajo semanal ha pasado de 44 horas a 36, mientras que el salario mínimo ascendía a 204 euros mensuales (el más alto en América Latina después de Costa Rica).


El resultado de todas estas medidas es que entre 1999 y 2005 la pobreza disminuyó del 42,8% al 33,9% (2), mientras que la población que vive de la economía informal cayó del 53% al 40%. Este retroceso de la pobreza permite sostener con fuerza el crecimiento, que en el curso de los tres últimos años fue de un 12% promedio, entre los más altos del mundo, estimulado por un consumo que ha aumentado un 18% por año (3).


Ante estos resultados, para no hablar de los logrados en política internacional, ¿cabe sorprenderse de que el presidente Hugo Chávez se haya convertido en un hombre contra el cual disparar para los dueños del mundo y sus agentes?


Notas:
(1) Las mentiras a propósito de Radio Caracas Televisión acaban de ser desmentidas, dado que esta cadena ha reanudado sus programas por cable y satélite a partir del pasado 16 de julio.

(2) Poverty Rates in Venezuela. Getting the Numbers Right , Center for Economic and Policy Research, Washington DC, mayo de 2006.

(3) Leer el dossier "Chávez, not so bad for business", Business Week , New York, 21 de junio de 2007.

Espejo de Eva

De un dulce néctar de invierno

Dame a morder la manzana

Como si fuese pecado.


Luego pregunta al espejo:

Quién me amó / Quién me ama

Quién de mí murió olvidado


Sin la esperanza de un beso,

Sin Edén y sin mañana,

Para siempre / desterrado.


Te responderá el silencio

Que un alma en pena se apaga

En su lecho acristalado.


viernes, 24 de agosto de 2007

El plagio de Chávez

Están indignaditos, estos días, los medios de manipulación masiva de nuestro sacrosanto Reino Santiago y cierra España, con el asunto de la reforma constitucional venezolana, que permitiría a Hugo Chávez seguir en el poder mandato tras mandato en tanto y en cuando fuese reelegido por el pueblo de Venezuela.


Y se continúa diciendo en “nuestros” mass media neoliberales –que lo son casi todos- que Hugo Chávez es un dictador y un golpista. Yo no lo sé, pero, de ser así, Felipe González, que triunfó en más elecciones que las que ha ganado hasta ahora el presidente venezolano, debió serlo mucho más. Que lo lleven, pues, para juzgarlo, ante algún tribunal; digo a González, por aquello de sentar jurisprudencia. Ya veríamos después que hacer con el demonio venezolano. También, aquellos que durante décadas estuvieron esquilmando a Venezuela a espuertas para engrosar sus cuentas corrientes en paraísos fiscales, o los maléficos beneficios de las grandes compañías transnacionales, lo acusan -¿piensa el ladrón…?- de ser un corrupto con afición por los maletines de piel vuelta. Tampoco lo sé. Pero de lo que no me cabe la menor duda es de su condición de peligroso plagiario. ¡Joder!, ¿qué es eso de querer reformar la Constitución de Venezuela para que, al igual que sucede aquí en España, no haya limitación en el número de mandatos presidenciales? Menos mal que no se le ha ocurrido contemplar en la reforma la instauración de una Jefatura del Estado vitalicia y hereditaria. Eso ya sería, amén de un insulto, el colmo del plagio. Y más, con ese empeño que tiene en someter la reforma a referéndum, como a veces sucede en los países verdaderamente democráticos. De todos modos, habrá que pedir a la SGAE que tome cartas en el asunto.


Autor de la caricatura: Alfredo Sabat.

Alergia

Cada vez que la recordaba, prorrumpía en sonoros y asfixiantes estornudos. Con el paso del tiempo y la consolidación de la distancia, aquel síndrome inexplicable fue en aumento; tanto qué llegó a utilizar al día hasta una docena de paquetes de pañuelos de papel que compraba en los semáforos en rojo. De noche se apañaba con las sábanas. Más tarde, como una especie de acto simbólico, en el que nunca tuvo verdadera fe, los cambió por papel higiénico; hasta que, finalmente, optó por la cirugía de nariz y por un cambio de sexo. Pero la alergia sigue, ya sin posibilidad de encontrar un antígeno que le haga recuperar el aliento.

Juego sucio

Se fue sin despedirse y me dejó,

Con tal nocturnidad y alevosía,

Su braga sudorienta en la almohada,

Que sueño cada noche con el grito

Que, muda al ser cerrada, dio la puerta.


Y a qué viene quejarse cuando es cierto

Aquello de que menos da una piedra,

Si no habrá de manar de nuevo el agua

¡A qué seguir clamando en el desierto!


Aunque, a falta de arrojo y de cariño,

No parece pedir demasiado

Una muy breve nota manuscrita,

Con una excepcional caligrafía

Y tinta de color amoratado,

Contando una romántica mentira

Sin voz, al despertarme de mañana,

A modo de endulzar la despedida.


Y, puestos a pedir, reclamaría

Que fuere aquel borrón y cuenta nueva

Sin faltas de pasión u ortografía,

------------- Mas, por pedir, ante todo

Limpieza

------------- ¡Qué cojones!

Un poco

------------ De limpieza.

jueves, 23 de agosto de 2007

Actualizando el diccionario

Bulldozer (anglicismo no recogido en el DRAE):


Arma de destrucción masiva, no reconocida como tal, que hace tiempo se viene usando con notable éxito contra la población civil en Palestina.


(En memoria de Rachel Corrie, pacifista norteamericana asesinada a los 23 años de edad, por el soldado que conducía un bulldozer israelí el 16 de marzo de 2003)


Delirio

La alimaña merodea las estancias

Vomitando sin descanso flamanieve.

Muy pronto habré de saltar, oh voz sin alas,

Se acumula la dolor en mi costado

Y la cal me va enturbiando la mirada.


(Ya no le canto a las lilas,

Son sus pétalos helados

Duelo, cicatriz y espina.)


¿Cuánta cellisca preciso

Para adormecer el alma?

¿Cuánta arritmia? ¿Cuántos siglos?


La sangre fluye violenta

Desde las heridas malva,

Se reseca como grieta

En la lengua amordazada.


¿Cuánto sufriré el dolor

Que devora mi costado

Hecho de sal y de arañas?


(Ya presiento el sinsabor

De gruñidos acerados

Penetrándome la entraña.)


¡Cuánta fiebre / bajo cero / me atenaza!

¡Qué convulsión, cuán nauseabundo el silencio!

Oh dulce flor ya sin nombre, dulce aroma

Di por qué / por qué me has abandonado:

Tiene dispuestas sus garras / la alimaña.

El último Credo

Yo nunca tuve fe, bien lo sabes. Pero tú me convenciste. Todo un logro por el que no deberías dejar de sentirte orgullosa; no era nada fácil. Y comencé a creer en la suerte. No, no, sabes también que no me refiero al azar, eso es otra cosa. Quiero decir la Suerte. Y trabajé noche y día para tratar de alcanzarla. Puede que muy torpemente, pero con todas mis fuerzas, con uñas y dientes, con la pujanza que otorga la ternura. E incansable la busqué como se busca a un niño perdido en la nieve para evitar que se muera de invierno. Pero ya, agotado mi último aliento, se me han helado los pies y las manos, y enturbiado mi mirada y el camino en la montaña. Y vuelvo a no creer de nuevo. Ni en mí ni en la suerte ni en niños perdidos. Como antaño, como siempre. Pero al romperse un espejo, siempre, como un espectro, permanecen los añicos. Afilados, al acecho. Y con ellos, mi única fe, a la vuelta de la esquina. Pero muy lejos para mi alma rendida. Y aquí estoy, aferrado al desaliento, como a un clavo ardiendo, para no disolverme aún en la lluvia. Por si amanece y brillan los dioses. Aunque yo nunca tuve fe, bien lo sabes, y ya no busco nada ni a nadie. Y, entretanto, llueve. Tormenta perpetua de agosto, henchida de hojas secas e hipócritas abjuraciones.

miércoles, 22 de agosto de 2007

Sin palabras

Tras trece años cumpliendo condena, le concedieron la libertad bajo palabra. Sólo una semana después, decidieron devolverlo al presidio. Se había detectado, en una revisión rutinaria, un defecto de forma en el procedimiento: era sordomudo.


Septiembre de 2006

Ventisca

Tras la estación de los pájaros,

Un vendaval de alas muertas

Se desmiembra cayendo de los árboles

Como cuchillo en la niebla.


* * *


Viene la encapuchada con cada ocaso

Y, tras la cena postrera en honor

De los siete pecados capitales,

Acciona la muda palanca

Que agita los sueños:


Gimen de espanto los muertos,

Como ergástula que se abre a borbotones,

Y en el cielo sin luz, las alondras

Se inmolan al contraluz

De un sacramento a bocajarro


-Esquirlas de nube volando-.


* * *


Sube y penetra una nieve negrísima

Hasta la sal de los párpados

Y un firmamento, vacío de esmeraldas,

Se abate cegando el pozo

Del deseo intransitado.


Está la noche calma,

Queda entre el mármol:

Fulgor de fósforo opaco

Consumiendo como el llanto.


* * *


Hoy es domingo,

Domingo violeta.

El último domingo


Y es violeta.

Romancillo de la bella ausente

La pasada madrugada,

Azuzado por la ausencia

Y por el miedo a perder

Su recuerdo entre la niebla,

La he querido retener

En el color de un poema.

Y he pintado con estrofas

Manos blancas como perlas,

Su mirada como el cielo

Y sus labios como fresa,

El oasis de su vientre

Y su áurea cabellera.

Mas mi oda, con el alba,

Sepulté en la papelera,

Al pensar que no sería

Nunca fiel a su belleza

Ni su poeta angustiado

Digno, en la vida, de ella.

martes, 21 de agosto de 2007

Taxonomía

Linux asfalticus:


Dícese del último estadio en la degradación evolutiva del Homo sapiens. Es una especie enormemente, voraz, agresiva e invasiva que, por su carácter omnívoro, tiende a extenderse como un cáncer, eliminando a cualquier otro taxón que pueda hacerle la competencia, por todos aquellos territorios donde haya alguna sustancia animal, mineral o vegetal susceptible de ser devorada. Cuando se siente amenazada -algo que, por la toxicidad de la demagogia que expele por sus fauces y los hirientes zarpazos de sus garras emponzoñadas de suicida posibilismo, no suele suceder-, como cortina de humo, acostumbra, al menos en las subespecies más estudiadas, a desparramar una multitud de ejemplares de Oryctolagus cuniculus por el territorio objeto de su conquista. Aunque es casi seguro que su origen ha debido producirse en diferentes puntos aislados y distantes entre sí, en la actualidad se investiga uno de ellos al suroeste de la península Ibérica. Es una especie muy dada a levantar muros y alambradas, aunque ello no es óbice para que, en casos muy concretos, sin que la ciencia haya alcanzado aún a desentrañar los motivos, se oponga a tal práctica con todos sus recursos. Otra característica que lo define es que, a menudo, trata de ocultar su alma de alimaña bajo una piel de cordero. Las últimas investigaciones se dirigen a tratar de desentrañar sus posibles relaciones de parentesco con Rattus rattus, Rattus norvegicus y algunas especies del orden de los dictiópteros.

Pasa-tiempo

En cada casilla en negro

Del crucigrama

Se revelan las respuestas

Indeseadas

A la incógnita suprema

De la entelequia.


Horizontales de mármol

Y ruinosas verticales

Confluyendo aterradoras

En el abismo.

Camisa de fuerza

Tras la oquedad enrejada

De este helado manicomio

Donde gimen enjauladas las pasiones,

Ahí / justo al lado,

Inaccesible, a pesar

De volar tan al alcance,

Se adivina la calor de la locura

Palpitante.

lunes, 20 de agosto de 2007

Siniestralidad gubernamental

En este jodido país, en el que tres seres humanos mueren diariamente en su puesto de trabajo, el (des)gobierno "socialista" pretende privatizar las pensiones. Corresponde, pues, a las organizaciones empresariales y sindicales, contribuir a idear formas con las que multiplicar el número de estos muertos, para que así pueda el Estado garantizar a los sobrevivientes, tras su vida laboral, la devolución de las cotizaciones que a tal fin le están entregando, y que la neo-democracia social-liberal pretende ahora dejar a merced de las fauces insaciables de la banca.

Desarraigo





Si una mañana de abril

Vinieses volando a mí

Envolviéndome en tus brazos

Con la suavidad del viento,

Como glicina otoñal,

Brotase una flor, quizá,

De los muñones gastados

Que se agostaron de invierno.

Desde mis cenizas

“Es el mal menor. Porque mientras aquí

En este pequeño puerto yace en paz,

Sus padres guardan la esperanza de que aún vive.”

Konstantino Kavafis.


Ando velando un cadáver

Con una angustia de siglos

Y el sollozo por su ausencia

Duele lo mismo que un hijo.


Mas dolor más grave aún

Me acongoja en mi destino:

La esperanza de aguardar

Que me regresare vivo.


(Yo soy la parte de ti

Que sucumbiera en suicidio)


domingo, 19 de agosto de 2007

Hoy he dado mi firma para la paz (un poema de Efraín Huerta)


a Carlos y Eugenia en Nueva York

Hoy he dado mi firma para la Paz.
Bajo los altos árboles de la Alameda
y a una joven con ojos de esperanza.
Junto a ella otras jóvenes pedían más firmas
y aquella hora fue como una encendida patria
de amor al amor, de gracia por la gracia,
de una luz a otra luz.
Hoy he dado mi firma para la Paz.
Y conmigo, en cien países, cien millones de firmas,
cien orquestas del mundo, una sinfonía universal,
un sólo canto por la Paz en el mundo.
Hoy no he firmado el poema ni los pequeños artículos,
ni el documento que te esclaviza,
no he firmado la carta que no se siente
ni el mensaje que durará un segundo.
Hoy he dado mi firma para la Paz.
Para que el tiempo no se detenga,
para que el sueño no se inmovilice,
para que la sonrisa sea alta y clara,
para que una mujer aprenda a ver crecer a su hijo
y las pupilas del hijo vean cómo su madre
es cada día más joven.
Hoy he dado una firma, la mía, para la Paz.
Un mar de firmas que ahogan y aturden
al industrial y al político de la guerra.
Una gigantesca oleada de gigantescas firmas:
la temblorosa del niño que apenas balbucea la palabra,
la firma de humildad -la firma del poeta.
Hoy he elevado en una el número mundial
de firmas por la Paz.
Y estoy contento como un adolescente enamorado,
como un árbol de pie,
como el inagotable manantial
y como el río con su canción de soberbios cristales.
Hoy parece que no he hecho nada
y sin embargo, he dado mi firma para la Paz.
La joven me sonrió y en sus labios
había una paloma viva.
y me dio las gracias con sus ojos de esperanza
y yo seguí mi camino en busca de un libro
para mis hijos.
Pues ahí estaba mi firma, precisa y diáfana,
al pie del Llamamiento de Berlín.
Parece que no he hecho nada
y sin embargo, creo haber multiplicado mi vida
y multiplicado los más sanos deseos.
Hoy he dado mi firma para la Paz.

Efraín Huerta

Tomado de: Los poemas de viaje.

"Alquimidistas"


Los antiguos alquimistas, cuyo origen se pierde, mucho tiempo atrás, allá por tierras egipcias y chinas, trataron en vano de encontrar el modo de transmutar los metales en oro. Amén de nunca hallar la piedra filosofal, tal vez también se equivocaron en la elección de la materia prima a partir de la cual construir su fantástico El Dorado. Los alquimistas de ahora, más que de aquellos artesanos, protocientíficos y filósofos de la magia y de la química, herederos de los usureros de entonces, tras haber despreciado, por considerarla inútil para su fines, la búsqueda de la panacea, por fin descubrieron el modo de fabricar oro a partir de elementos innobles. Su materia prima se denomina miseria y su aberrante piedra filosofal, libre mercado. Ya nos llegará a todos el momento de recordar, ya sin tiempo para milagros o panaceas, la leyenda del rey Midas.

Exploración forense a un latido exánime

Palpó el cadáver
Y aún estaba caliente.
Después de siglos.

Al límite del éxodo


Como trompeta de Jericó, tú

Llegaste.

-------------- Mientras, yo,

Como tímpano atento al límite del éxodo,

Le iba abriendo las puertas a tu música

Con devoción pagana.

Mas tu estrategia de tierra quemada,

Barbarie que llega, arrasa y se va

Impuesta desde antiguo en los altares,

Te hizo nómada al viento,

Y una ruina cerrada, polvo al polvo en el frío,

Quedó desparramada en el silencio

Con un polvo azul prendido a los labios

Y atávicos anhelos de deidades.


sábado, 18 de agosto de 2007

Alud de sombras

Hay crepúsculos que arden

Como estrellas:

Todo lo arrasan,

Todo lo queman.


Llama oscura que se abate

Sobre la esencia del verbo

Augurando un aquelarre

De silencios.


Hay sombras blancas que arañan

Como el hielo,

Como disparo de bruma

En la mirada sin luna

De lo muerto.


Hay ausencias que te aplastan

Con su ser,

Con su luz,

Con su fuego.

¡Navaja!

Fatal navaja afilada,
Fragua de miedo y carencia,
Que has amputado mi voz;
Que penetras mis entrañas
Mutilando mis deseos,
Cercenando mi esperanza,
Decapitando la luz
De una vela mortecina
En noche de estrellas parca
-la última vela, la última luz, la última noche-,
Plagando de heridas nuevas
La cicatriz que es mi vida
Que se desangra en las lunas
De su cara avergonzada.

Luna nueva…
Doliente,
Doliendo.


Fatal navaja afilada
Por qué no muerdes también
mis venas atormentadas.


Es qué acaso tienes miedo
A renunciar para siempre
A beber mi sangre amarga.


Fatal navaja afilada
¡Termina lo que iniciaste!
¡No esperes más a mañana!


13 de abril de 2006


Para siempre (breve relato rosa)

Cuidó concienzudamente hasta el último y más pequeño de los detalles para tratar de lograr el más exquisito ambiente romántico: el momento, la luz, el lugar, la música, las flores… Y, como guinda del pastel, una idea tan sorprendente que, por su notable originalidad y profundo simbolismo, se le antojó que no podía más que ser inapelable y definitiva: ocultó la alianza de compromiso en el interior de un apetitoso bocadillo de jamón de Jabugo. Pero ella, una de cuyas mayores pasiones eran las patas bien curadas de cerdo, se adelantó al instante previsto y se destrozó dos incisivos. Desde ese mismo día se hicieron inseparables. Él nunca dejó de ser un excelente dentista.

viernes, 17 de agosto de 2007

Perú: 7,5 º en la escala de Richter

“Solidaridad con las personas del sur, que necesitan con urgencia de todo, incluso ataúdes. Porque ni los muertos tienen lugar donde descansar.”


Rocío Silva Santisteban (La Insignia. Perú, 16-17 de agosto del 2007)


Temblor de tierra en el Sur

Removiendo la miseria.


Se aguarda con impaciencia

Pronta solidaridad

-Pobre caridad norteña-

A causa de la carencia

De Justicia verdadera.


Se demanda ayuda urgente:

Cobertor para los gélidos,

Alimento a los hambrientos,

Medicina a los enfermos

Y ataúd para los muertos.


(Esto es globalización:

Cuando al sur de la miseria

Se presenta la catástrofe

No hay recursos que ofrecer

Para los muertos siquiera).

Mentiras y medios


Aquel texto en página impar parecía perfecto. A su léxico y gramática impecables, plenos de mensaje y contenidos, se unía una cuidada elección de la tipografía y los colores, y una imagen en estrecha simbiosis con lo escrito. Pero contenía una errata de vértigo, una errata que lo devaluaba por completo. Era una e-rrata grande, gris, voraz, de alcantarilla.

Huellas como escarcha

Si yo pudiera llamarte

Para contarte entre espinos

Mi arduo blues de cementerio,

Quizá resucitase la amapola.


Mas desaprendí tu nombre,

En mis noches desoladas,

Ya sin voz de repetirlo,

Transido por los ecos del silencio.


Si tú pudieras ser luz

Para alumbrar el camino

Hacia horizontes vedados,

Quizá resucitase la alborada.


Mas me torné laberinto

Tras tus huellas como escarcha,

Que, en mis ojos amarillos,

Se pudren como el ala de una sombra.


Si yo, si tú, si tú, si yo... tal vez.

Indigestión

Llevo eternos

--------------------- tragando mis palabras.


Ahora vomito versos
----------------------------- nauseabundos
Al fondo de cloacas
---------------------------- despobladas.

jueves, 16 de agosto de 2007

Juego poético: "construyamos" un “renga”.


Bueno, de nuevo os propongo una especie de taller o juego poético. Se trataría de “construir”, entre todos, un renga, algo así, como un grupo de haikus vinculados.


Es muy probable que el haiku sea una evolución de los tanka, poemas de 31 silabas distribuidas en cinco versos (5 – 7 – 5 – 7 – 7 sílabas), que fueron desarrollados en Japón por los poetas de la corte durante el período Heian (794 – 1185). Durante tal periodo los cortesanos utilizaban la poesía para comunicarse, hacer gala de su ingenio y progresar en su carrera en la ciudad imperial. También experimentaron con la improvisación en grupo, lo que amplió el concepto de tanka al de renga, que eran poemas en grupo y vinculados entre sí de 5 – 7 - 5 sílabas. Partían de un hokku, o verso inicial o pie, compuesto por el escritor anfitrión, en el cual se establecía un marco relativo a la estación y sugería un estado de ánimo y una emoción dentro de los cuales los demás escritores improvisaban sus poemas. Durante el siglo XV el hokku llegó a constituir, a veces, poemas independientes, con bastantes similitudes con lo que un par de siglos después sería el haiku. (Texto extractado de “Haiku. Poemas y meditaciones sobre la Naturaleza y la Belleza”, de Tom Lowenstein. Editorial Blume, Barcelona, 2007.)


Y, bueno, se trata sólo de un juego, así que no seáis tímidos y participad. Y recordad que las reglas se hicieron, entre otras cosas, para poder romperlas. Bien, como anfitrión, me toca iniciar el juego con el citado hokku inicial.


Se arremolinan

Las moscas en la uva.

Gime el estío.

El escultor de sueños

Nunca creyó en los dioses. Ni en lo eterno. Puede que por tal motivo, toda su vida estuviese buscando esculpir estatuas mortales. Nunca llegó a lograrlo, pero, a pesar, a nadie se le ocurrió jamás pensar que pudiera ser un fracasado.

Haiku

Frente al ocaso
La mariposa sueña.
Vuelan polillas.

Shock

Ayer en la mañana un motorista,

Aquí cerca de casa,

Casi a la misma vuelta de la esquina,

Como melón / se abrió la cabeza.

El codo de su brazo izquierdo

No llegó a sufrir siquiera

Leves rasguños o hematomas,

Pero sus sesos quedaron,

Como sal, desparramados

Sobre cristales y asfalto.


Yo ya no sé,

Tampoco, muy bien

Donde tengo la cabeza.

Allá / quizá,

A lo lejos,

En calles rodeadas de alambradas

Y ocultos celestes en las sombras,

De frente hacia el camión de la mudanza

Que gira de manera inesperada

Tras otra vuelta -de tuerca-

De la espina.


(Recuerdos desparramados

Entre cristales y asfalto)

miércoles, 15 de agosto de 2007

Implante

(Cada una de mis noches)


Falsos recuerdos

de lo nunca vivido

gimen hambrientos.


(Se marchitó la amapola
entre la bruma celeste)

Bestiario (X)

(Scolopendra gigantea)


El dictador ha perdido,

De sus patas, la penúltima:

Va arrastrando los despojos

Que quedaron de su inquina

Como si fuera un vulgar

E inofensivo gusano.


Pero sigue su veneno,

Alojándose en su entraña,

Expectante, preparado.

Si lo encuentras por los valles

O en las amplias alamedas,

Sin piedad, has de aplastarlo.

Buscando amaneceres

- Estás anticuada -dijo la entelequia a la Utopía, al verla alejarse renqueando, desbrozando caminos hacia el Este.

OFF

(Tenor grave)


Con mi emepetrés triste en ON

Y el corazón

A punto de OFF

Voy perdiendo trocitos de futuro

Recordando.


Tras los auriculares como agujas,

Suena un vals sobre las olas,

Y en el naufragio inminente del ritmo

Se auspician tiburones.


¡Es el disco rayado del pasado

Aparcado sin retorno!


Viejas melodías suben a mi mente,

Desde las raíces cuasi minerales de mi canto,

Incapaces de sostener con sus alas de mimbre

El enjambre de lúgubre aguafuego

Que se cierne voraz tras las cortinas

Avivado como sombra por el viento.


¡Sólo sobrevive lo impasible!,

Aunque lo haga perdido como roca

En páramo exánime y yermo.


Ya no me quedan más do de pechos

Con que llenar en precario

Parcelas de ensueños vacíos.

He malvendido al diablo el cargador de baterías

A cambio de un sueño celeste

Con las fauces de quimera

Y procaces sirenas danzando

Tal que preludio de cauces secos.


Como cortejo de Todos los Santos

Se abren camino

Las pesadillas.


Con mi emepetrés triste en ON



OFF.

martes, 14 de agosto de 2007

El bocazas de Almonte (Linux, no pardillo precisamente)

Francisco Bella, el sempiterno alcalde de Almonte, con su cada vez más rancio aroma a cacique –y no me refiero al conocido ron- ha dado una nueva muestra de ser, además, el mayor bocazas, no sólo de su pueblo, sino de toda la comarca de Doñana y puede que del conjunto de la provincia –aunque en este terreno tendría una nutrida competencia por obtener la pull position, que caciques y lenguaraces sin escrúpulos nos sobran por Huelva.


Y es que, el muy lince, no ha tenido mejor ocurrencia que despacharse tan a gusto, diciendo que, a causa del fracaso evidente de las actuaciones para garantizar la supervivencia del, más que amenazado, ya prácticamente extinto felino emblemático de la comarca, sería preciso que dimitiera algún científico. ¡Habrase visto tamaña desfachatez, tamaña desvergüenza, motivo de rubor ajeno, tamaña mezquindad y tamaña cobardía por parte de un supuesto regidor público! Porque, en la ya segura desaparición del lince, casi todos podemos tener nuestra mayor o menor cuota de responsabilidad, pero, sin duda, la de los científicos, que, con sus errores y sus aciertos, se han devanado durante décadas los sesos tratando de garantizar su conservación, comparada con la de unos políticos, como Bella, populistas y sin respeto alguno por la Naturaleza –que aquí manda eso que, eufemísticamente, denominan progreso, y que sólo es para unos pocos, siempre y cuando contribuyan a mantenerme en la poltrona cortijera-, es prácticamente insignificante.


El lince ha muerto como consecuencia de políticas al servicio de lo privado que han fragmentado su hábitat a base de carreteras y más carreteras sin ningún tipo de control en un espacio tan sensible, que han tolerado la caza indiscriminada del conejo –y ahora vienen a pedir que se repueble Doñana con estos simpáticos roedores-, que han malinterpretado y prostituido a su antojo el archifamoso informe de los Expertos, y que han bendecido un sin fin de actuaciones más, totalmente opuestas a la sostenibilidad, a la conservación, y a un verdadero progreso a medio y largo plazo. Y, sobre todo, que han maleducado hasta la saciedad a los habitantes de la comarca en cuestiones de desarrollo –que para nada es lo que se perpetra en la actualidad continuamente por los tiránicos dominios imperiales de Bella- de modo que la mayoría, cuando hablan en relación con el lince, lo más que pueden balbucir desde sus cerebros castrados es “que se joda el lindo gatito”, reflejando la estulta mentalidad de este nuevo Piolín con la bocaza de buitre que es este Bella, que no tiene nada de hermosura entre sus atributos para hacer honor a su desafortunado apellido.


Así que, si hay que pedir la dimisión de alguien, habrá de ser la del propio Bella y la de los que, como él, no se cansan de hacer demagogia, mientras se dedican incansablemente a joder al lince y a todos sus conciudadanos, que no hay mayor jodienda que embrutecer y engañar al pueblo con cuentos de la lechera mientras se va matando a palos a la gallina de los huevos de oro. Pero no, Bella no dimitirá, porque en la incultura de los que se creen señoritos cortijeros de nuevo cuño -casi seres divinos, cuando no son más que bestias demoníacas que se esconden tras las pieles que han ido arrebatando sin cloroformo a los corderos- la palabra dimisión no existe, salvo que se use para aplicar el ventilador tratando de echar la propia mierda encima de los otros.


Así que, no sé si será conveniente o no la valla que se está ejecutando a ambos lados de la carretera entre El Rocío y Matalascañas para evitar nuevos atropellos de fauna y accidentes de tráfico –esa valla que el ínclito regidor almonteño, el muy hijo de perra, ha tenido la indignidad de comparar inmisericor-demente con el campo de concentración nazi de Guantánamo-, pero de lo que no me cabe la menor duda es de que lo que ya resulta totalmente imprescindible es una valla o, mejor, un grueso muro de acero, insonorizado y que impida la osmosis de cualquier efluvio, para meter tras él a semejante botarate y evitar, de este modo, que nos contaminen sus nauseabundas palabras y su apestoso hálito de carroñero. O, igual mejor, lo mandamos a Guantánamo, para ver si, de este modo y a pesar de su encefalograma plano, puede llegar a comprender que, si todas las comparaciones son odiosas, algunas son inaceptables y cómo mínimo merecen que sea condenado al mayor de los ostracismos el macabro estúpido que osó sacarlas a la palestra.

El bus de la mañana

En la ciudad desflorecida

Sucios jardines de plástico se abren

Tal que obscenas telas de araña

Anunciando lunas de escarcha.

Quiebra el silencio el trinar de los pájaros al alba

Mientras en la parada de la línea circular número 1

De los autobuses urbanos

Fumo un cigarrillo con desgana.

Ya comprendo que el fumar nos mata

Mas yo hace tiempo que hube muerto

Transido de alcorques de asfalto

Y el golpe callado que perpetra

El runrún de los tubos de escape

En mi reloj atrasado.

Recién abierto el quiosco de prensa

Y decido hacer andando

El camino a mis malas noticias

-Que no me quedan tan lejos-

Con los ojos del alma vendados

Y huellas desnudas como ascuas.

El horizonte, tras las moles de hormigón grisáceo,

Ya no existe. Sólo callejones sin salida

Que llevan a putas tristes

Y a las fauces de orondos banqueros

Cuyas barrigas, ¡las muy condenadas!,

No dan señales de ir a estallar

Para alborozo del Mundo.

Caminan como piezas de recambio

Soledades a destajo en carne viva

Que hacen funcionar el mecanismo:

Nunca falta en el camino un vertedero

Donde ir acumulando los desechos

De lo inservible, de lo gastado,

De la gota evanescente de rocío

Al servicio de lo yermo.

Miro de soslayo a la muchedumbre

Para evitar que se cruce mi mirada

Con sus grandes ojos vacíos,

Como de muertos. Mientras,

El sol -yo frente al alba-

Va amordazando sin miramientos

Cualquier atisbo de espejo.

Bodegón

Tus ojos merecen un cuadro

Y yo pintarlo.

Pero nunca entendí de perspectivas

Ni de combinar colores.

lunes, 13 de agosto de 2007

Badland


“Recuerde el alma dormida…”

Jorge Manrique


Como ladera de cárcava herida

-Denudada ante el sol de la inmemoria-

A la espera de lluvias que la arrastren

A la mar sin mudanza del olvido.