jueves, 16 de agosto de 2007

Shock

Ayer en la mañana un motorista,

Aquí cerca de casa,

Casi a la misma vuelta de la esquina,

Como melón / se abrió la cabeza.

El codo de su brazo izquierdo

No llegó a sufrir siquiera

Leves rasguños o hematomas,

Pero sus sesos quedaron,

Como sal, desparramados

Sobre cristales y asfalto.


Yo ya no sé,

Tampoco, muy bien

Donde tengo la cabeza.

Allá / quizá,

A lo lejos,

En calles rodeadas de alambradas

Y ocultos celestes en las sombras,

De frente hacia el camión de la mudanza

Que gira de manera inesperada

Tras otra vuelta -de tuerca-

De la espina.


(Recuerdos desparramados

Entre cristales y asfalto)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es muy fuerte, muchas muertes de motoristas en accidentes, entiendo el shock, un abrazo

Anónimo dijo...

Sí. Y te hace sentir motorista sin casco por las avenidas de la vida. Seguiremos tratando de esquivar al camión de la mudanza. Hasta que sea posible, hasta que llegue el momento de descuido que a todos, más tarde o más temprano, terminará por acaecernos.

Besos.