martes, 14 de agosto de 2007

El bus de la mañana

En la ciudad desflorecida

Sucios jardines de plástico se abren

Tal que obscenas telas de araña

Anunciando lunas de escarcha.

Quiebra el silencio el trinar de los pájaros al alba

Mientras en la parada de la línea circular número 1

De los autobuses urbanos

Fumo un cigarrillo con desgana.

Ya comprendo que el fumar nos mata

Mas yo hace tiempo que hube muerto

Transido de alcorques de asfalto

Y el golpe callado que perpetra

El runrún de los tubos de escape

En mi reloj atrasado.

Recién abierto el quiosco de prensa

Y decido hacer andando

El camino a mis malas noticias

-Que no me quedan tan lejos-

Con los ojos del alma vendados

Y huellas desnudas como ascuas.

El horizonte, tras las moles de hormigón grisáceo,

Ya no existe. Sólo callejones sin salida

Que llevan a putas tristes

Y a las fauces de orondos banqueros

Cuyas barrigas, ¡las muy condenadas!,

No dan señales de ir a estallar

Para alborozo del Mundo.

Caminan como piezas de recambio

Soledades a destajo en carne viva

Que hacen funcionar el mecanismo:

Nunca falta en el camino un vertedero

Donde ir acumulando los desechos

De lo inservible, de lo gastado,

De la gota evanescente de rocío

Al servicio de lo yermo.

Miro de soslayo a la muchedumbre

Para evitar que se cruce mi mirada

Con sus grandes ojos vacíos,

Como de muertos. Mientras,

El sol -yo frente al alba-

Va amordazando sin miramientos

Cualquier atisbo de espejo.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Verdaderamente hermoso el poema en su ejecución. Veraz en la interpretación. Y triste, muy triste, por lo que conlleva de certeza en su esqueleto.
ABRAZOS

Anónimo dijo...

Anda que estamos bien, yo a punto de volver a caer y tú fumando...así no corremos ni la maratón ni la popular del Guadalquivir ni el paseo de casa al trabajo sin pillar ese autobús número 1, un beso

Anónimo dijo...

Debo decirte que me gusta tu terapia poética, sobre todo cuando tiene este tinte social, esta reflexión acerca del mundo y es así, yo también sigo fumando... Besos...

Anónimo dijo...

¡Qué maravilla, Rafa! Me siguen impresionando tus poemas. Me pierdo por ellos.
Besos

Anónimo dijo...

Gracias, Paco, leuma, alejandra, victoria.

Leuma, la nocturna la corrí seis o siete veces, pero lo dejé. Me agobiaba tanta muchedumbre. Pero la Maratón (y eso que llevo unos días en el dique seco), en el 2008, no la dejo pasar. Si te apuntas a hacerla en torno a cuatro horitas te invito a bebidas isotónicas en los avituallamientos. Y es que yo... siempre tan rumboso, jajajajaja.

Abrazos.