Enciérrate en tus abriles
Y déjame en mi diciembre,
Que sólo he sido mendigo
Suplicándote tu abrigo
Y sin flores que ofrecerte.
Enciérrate en tus abriles
Y déjame en mi diciembre,
Que sólo he sido mendigo
Suplicándote tu abrigo
Y sin flores que ofrecerte.
5 comentarios:
Paso olímpicamente de las flores y del abrigo. De ese par de brazos, prefiero un buen abrazo.
Je, je, perdón. Yo intento ser poeta, pero nada...
Rafa, últimamente estás escribiendo unos poemas deliciosos.
Sigo pasando por aquí todos los días ¡qué vicio!
Un beso, chiqui.
Hay que decir, amigo Rafa, que existen cálidos diciembres y que , a veces, hay algunos abriles insoportables.
ANÍS Y ROSCOS AZUCARADOS (NI MUY JÓVENES NI MUY VIEJOS)
Rafa escribe poemas deliciosos cuano no está excesivamente pesaroso. Mendigar amor es más duro que exigirlo.
Gracias, Ely, ya sabes que siempre tengo un abrazo para ti.
Si, Paco, hay diciembres llenos de calor y abriles en los que la lluvia se nos acaba mentiendo en los huesos.
Gracias, Carlos. Sí, suele ser muy duro mendigar, amor o lo que sea.
Abrazos
Abrazos.
PARA BALTA:
Pero "exigirlo" es inadmisible ¿no?
Saludos
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