A veces pienso que tú
Vendrás.
Un leve gesto tuyo en la distancia
Que interpreto, como de costumbre, aberrantemente,
Y te juro por lo más pagano que pienso que tú
Vendrás.
E ilusionado y perplejo te espero con una velada sonrisa dibujada en el rostro
Y una débil luz que se agita en la mirada,
Como el dulce parpadeo de una estrella diminuta que se muere.
Después,
Cuando alcanzo a asumir mi estúpida mentira,
Vuelvo a ser
El otro,
Amargo intruso en mi mismo
Al que nunca conociste ni conoces ni jamás conocerás,
Un extraño,
Condenado al frío,
Sin visado al espacio cian
De la esperanza.
La flor del tabaco
-
*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
4 comentarios:
Me ha gustado, de lo mejor tuyo.
Un abrazo.
Lo has bordado Rafa, es precioso, aunque aquí la desesperanza se ha rendido a la melancolía.
Lo leo de nuevo y te aseguro que estoy boquiabierta. ¡Que bonito!
Este me lo guardo para leerlo más veces.
Besos. :)
Nunca se debe de perder la esperanza. Es lo único que tenemos para soñar que al final nuestro deseo se cumplirá.Preciosa, Rafa. Un beso.
Gracias,prometeo, mamen, malena.
Abrazos.
Publicar un comentario