Llueve granizo sobre el hormiguero. Grita la reina, se siente sola, la soledad del trono. Grita, mientras una cuadrilla de obreras despedaza vivo a un escarabajo ante la muchedumbre enfervorecida, que se frota las antenas para oler mejor la sangre. “¡Avisen a los bomberos! ¡Y a los servicios funerarios!” Pero las infantas bastardean, conspirando. “¿¡Vosotras también, hijas mías!?”, interpela, sorprendida, antes de ser congelada.
La flor del tabaco
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*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
2 comentarios:
Visto asi... ufff, menos mal que no hay hormigas en casa, si no, no podria dormir... jeje
buenos dias, carnicero? (es broma)
Hola Rafa. Después de leer el cuento, no estoy muy segura de que el poder tenga erótica :).
Un beso.
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