martes, 9 de abril de 2019

Poesía pura


(Perdidos en Mongo)

Lo cierto es que llegados
a este punto... ¡un momento!
Honremos al poeta de Moguer.
Intelijencia dame...
Comencemos de nuevo
aunque ya no nos quede
una sola neurona
en buen estado luego
de haber sido infectados
por la peor bacteria o religión o virus
que pueda imaginarse.
Aún no fue bautizada
—lo que no tiene nombre
no existe en este mundo
de tabús y eufemismos—,
pero actúa robándonos
el espíritu crítico
y no conforme insatisfecha todo
instinto relativo
a la conservación
como bichos aislados
o bien acurrucados
los unos con los otros
al hedor de la tribu.
No tiene cura obispo o papa y se transmite
mediante radiaciones de onda corta
media y larga y también
mediante el boca a boca: la saliva.
Estamos rodeados de saliva:
nos esputan encima
puercos pencos y putos
sin cesar noche y día a todas horas.
...el nombre exacto de las cosas
y a otro coso o cosa mariposa
la vida es como un toro
que arrastran las mulillas
hacia el desolladero.
Concememos ne duevo
ahora que es muy probable
que alguien esté pensando
que este que escribe ha sido
de algún modo abducido
por los extraterrestres.
Y no es cierto, la prueba
es que estoy escribiendo
con tinta de mofeta
desde el planeta Mongo.
Como decíamos ayer pero siguiendo ahora
a Juan Ramón lo cierto
es que llegados a este estado
de coma irreversible o punto y coma
—que esto no hay dios que lo soporte
sin cascarse unos güisquis
mezclados con optalidón: un par
de grageas por litro—
tan sólo ya me queda por deciros
que me comáis el clítoris y el rabo
que soy hermafrodita pedazo de cabrones.

1 comentario:

Carlos dijo...

sí que escribes con tinta de una especie animal protegida, malandrín. El que está de verdad cascado, esnifando heroína todo el rato es Pedro Almodóvar en su última película: Dolor y gloria.