martes, 16 de abril de 2019

¡Oh, la saeta al cantar!



Aunque lo quiero una 'jartá', como lo cortés no quita lo irreverente, he de reconocer que hace tiempo vengo pensando que mi buen amigo Manuel Rubiales es una suerte de apocalipticista laico de tomo y caña de lomo de Jabugo 5 Jotas, por estar siempre pensando que el mundo se va al carajo como consecuencia de minucias tales como la comercialización de huevos fritos congelados o de ajos pelados envasados como si fuesen supositorios de glicerina con un más que probado efecto laxante. Pero hoy, por fin, he visto la luz y no me queda otra que reconocer que estaba absolutamente equivocado, lo siento mucho, no volverá a ocurrir. Porque acabo de ver en la caja necia a mogollón de peña practicando spinning —que es algo así como cascarse una etapa de alta montaña de Le Tour de France, pero sin moverse del sitio, que también manda 'güevos'— a ritmo de saetas de Semana Santa, pero 'acelerás' pa la ocasión. ¡Habrase visto tamaño sacrilegio! "En este día señalao / se cumple la profecía del Profeta / porque antes de expirar / sonaron roncas trompetas / y el mundo se echó a temblar." El mundo, Manolo, es cierto, se va al carajo. Menos mal que no nos va a coger 'confesaos'.

1 comentario:

Carlos dijo...

Podrían estar soñando que subían con la bici al Monte Calvario. Hoy todo vale, todo está desacralizado