Los jíbaros, famosos
por tal cuestión, no han sido
más que unos principiantes,
meros aficionados
de tercera en la práctica
de reducir cabezas.
Y es que después de siglos
y siglos de experiencia
no han conseguido más
que hacerlo con cadáveres.
Deberían, por tanto,
comenzar a tomar
nota de los avances
logrados para idéntico
y macabro propósito
—pero operando sobre
seres técnicamente
considerados vivos—,
por los 'mass media' patrios
al servicio del IBEX
35 y sus perros
falderos y de presa.
Porque sin demasiado
esfuerzo han conseguido
reducirlas en masa
hasta llegar al punto
de alcanzar por completo
a desaparecerlas,
en tanto continúan
funcionando los órganos
vitales del conjunto
de los muchos sujetos
que se han visto afectados.
Y de este modo vamos,
comicios tras comicios,
corriendo como pollos
sin cabeza a votar
por aquellos que pueden
prometer y prometen
—y esta vez muy en serio—
hacernos al carbón
para luego comernos
en nuestra propia salsa
con papas agrias fritas.
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