"Si las televisiones españolas que estáis aquí dedicaráis más tiempo al juicio que hay de los presos políticos, que es super injusto, y la gente de España pudiera ver un poco más lo que pasa, en vez de hablar del VAR iríamos un poco mejor como país".
Gerard Piqué
El nuevo consumismo gastronómico-
político no es nuevo. Es el menú
de siempre: consumimos
con gula desmedida
el fast food del engaño, la falacia,
pero dándole un nombre a la carroña
tomado del lenguaje del imperio
—c'est la nouvelle cousine
made in Berlín y Washington—.
Y vamos engordando como cerdos
y aguardando con gran expectación,
incluso ilusionados,
el día de San Martín.
Estamos acabados:
en este sucio juego de fogones
mugrientos y de rancho putrefacto,
somos el cazador
a la par que la presa
presa de obesidad
paralizante y mórbida.
Si alguien, mediante el VAR, viene a ofrecernos
un gajo saludable de verdad
cruda, lo rechazamos
comidos por las náuseas, para luego,
gruñendo y a mordiscos,
arrancarle la mano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario