Ea, ya era hora, 'miarmas' de cántaro. Por fin, después de cuánto, nos volvemos a ocupar en Esperpentaña de asuntos, amén de muy próximos en el tiempo y el espacio, de capital —Madrid— importancia pa la calidad de vida tanto de loh contrituilusionhta de bién como de loh mamarrasho republicano y rojera que quieren jasé añico este paí de to loh demonio bolivariano: La conquista de México por parte de Hernán Cortés (que, por supuesto, fue una conquista, como suelen, de lo más humanitaria y democratizadora).
(Nos llevan a la alcoba a debatir sobre el sexo de los ángeles —las niñas tienen vulva o coño, los niños tienen churra o pene— pa que, una vez suficientemente mareaos con tanta shuminá campehtre, er demonio noh meta er rabo sin condón ni vaselina. Y, pa más inri, nos hacen pagar la cama.)
Por cierto, caen bombas sobre Gaza. Humanitarias, democratizadoras, justas. Lanzadas por el Pueblo de Dios. Las víctimas de ayer, transustanciadas en sanguinarios verdugos. Y, ahora, llamadme antisemita.
Ilustración: Mural sobre la Batalla de Centla y la conquista de Tabasco, de Homero Magaña Arellano.
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