Universidad Libertaria de Guadalaviar, año 193 d.C. (*)
En la segunda década
del siglo XXI
después de Jesucristo,
algunos —ciertamente
muy pocos— de los muchos
gigantes con los pies
de barro y manos pútridas
de soberbia y codicia,
que, por aquel entonces,
asolaban las tierras
esquilmadas de España,
se fueron derrumbando
a plomo. Pero apenas
cubrió, al caer, alguno
de ellos, de merecida
mierda a los que por ser
de su misma ralea,
habían desempeñado
en su favor el rol
de puntales. De modo
que, a manera de alud
definitivo, fueron
a caer sobre la ciénaga
en la que chapoteaba,
con la mierda hasta el cuello
e inerme, el pueblo llano.
No hay datos al respecto
de lo que aconteció
luego del cataclismo.
No obstante, se supone
que aquello fue el principio
del fin de la prehistoria,
inaugurando una era
más espantosa y gris
aún que la precedente.
Y con esto termino,
mis queridos alumnos,
esta amarga lección
que hoy hemos recordado.
Sólo añadir que aquellos
que olvidan los sucesos
macabros del pasado,
terminan, a menudo,
sufriéndolos de nuevo.
Tenedlo bien presente
cada vez que votéis
en vuestras respectivas asambleas.
Que tengáis un buen día. Hasta mañana.
(*) d.C. Después del Cataclismo.
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