jueves, 25 de enero de 2018

El beso


Bueno, vale, lo confieso, yo también, en una ocasión, y admitiendo que no deberían ser en caso alguno tomados en consideración como atenuante los 17 vodkas con naranja que me había metío entre pecho y espalda, besé una bandera del Sevilla. ¿Pasa algo, tiquismiquis?

1 comentario:

Carlos dijo...

Yo la tuve que izar y arriar y besarla antes de doblarla y guardarla delante del sargento de Guardia de Marinería durante meses y, si no, al calabobos