La alcaldesa de Madrid, en otro brote agudo de memorialismo histórico, pretende cambiar, rememorando la valerosa, democrática y antifascista frase de Unamuno, el nombre de la calle dedicada a Millán Astray por el de "Calle de la Inteligencia". Y, claro, como no podía ser de otro modo este país como Dios manda, una muy rancia asociación de veteranos novios de la muerte y olé se ha rebotado hasta las heces contra las intenciones de Carmena. Por su parte el PP, rizando el rizo, propone el nombre de "Calle del fundador de la Legión Española, Millán Astray". Y ahí están todos, unos y otros, enrocados en su frentismo acérrimo y su intransigencia. Hay que ser más tolerantes, ¡cojones! Yo, en honor a esa tan necesaria tolerancia, propondría una solución intermedia que contentase tanto a nuestros patrióticos y muy falangistas veteranos caballeros legionarios como a la horda radical de perroflautas memorialistas que gobiernan el ayuntamiento de Madrid: adoptar el nombre de "Calle del asesino fascista Millán Astray". !Y que viva la inteligencia!
La flor del tabaco
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*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
2 comentarios:
Seguro que sería lo adecuado, pero incluso así nos perderíamos en calificativos... ¿Deberíamos dejarlo todo en distritos y calles numeradas?
Sin duda es lo mejor para tramas urbanas cuadriculadas. No así para asentamientos "orgánicos", que requieren se una nemotecnia menos matemática y más de "letras".
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