Tus ojos máscara
sonríen con la fuerza
de un tigre liberado,
pero tus labios tiemblan
como un pájaro herido
de espanto y muerte al alba.
Se oye un trueno, redobles
de tambor, una ráfaga,
y un diluvio de plomo
y bocas secas tizna
del color del silencio
el ciprés y la tapia.
La flor del tabaco
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*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
1 comentario:
Estos si que pactaban y acordaban poco. El que discrepara, al paredón....
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