Érase una vez un lobito bueno. Rojo como las amapolas. Y un grupo de
pastores, tan codiciosos como lerdos, que se dedicaban sin descanso a
entonar la misma y muy cansina cantinela: "¡Que viene el lobo rojo, que
viene el lobo rojo!" Y llegó el lobo rojo, y todos al fin pudieron comer
perdices y a los pastores lerdos mal disfrazados de cordero les dieron con el plato en sus
pinóchicas narices.
La flor del tabaco
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*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
2 comentarios:
¡Cuentos para infantes!
No hay lobos rojos, ni azules, como tampoco ovejas verdes ni rosa...
Hay lobos y ovejas en toda la gama de blancos, negros y marrones ;)
Claro que si todos los grandes dictadores fueran como Chaplin, sería buena la dictadura y los lobos violeta deberían gobernar ;)
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