Qué pronto se ha demostrado insuficiente ese gesto puesto en práctica por algunos ayuntamientos -sobre todo gobernados por IU- de arriar de sus fachadas la bandera de la UE en protesta por la deriva racista, xenófoba y ya cuasi fascista que han emprendido los jefes de sus estados miembros. Porque, visto lo visto, esas banderas deberían ser quemadas para siempre y la Unión Europea enterrada en cal viva. ¿Que cómo se hace esto último? Nada, nada, no hay mayor problema. Por aquí, por España, tenemos verdaderos maestros en ese tipo de inhumaciones.
La flor del tabaco
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*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
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