Agustín Casado, gran vate que en ripios descuella, va a recitar en Marbella unos versos de Pemán. Y lo hará sin talismán con que acaso mitigar su aversión por declamar de fascistas los pregones, y luego ¡con dos cojones! se irá tan pancho a cenar.
La flor del tabaco
-
*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
1 comentario:
Saludos al preclaro vate que en homéricas tierras desentierra el arte sin importarle que sea de los sitiadores o defensores de Troya.
Publicar un comentario