viernes, 16 de marzo de 2007

El perezoso

Siempre he preferido que me toque un buen amigo, mejor que un premio en metálico. Así que hoy, aunque tal cosa no aparezca en la lista de premios, he metido a los cupones.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Oño como te token me invitas a cenar ehhh
jijiji

Mar

Anónimo dijo...

UN AMIGO NO SE BUSCA
SE ENCUENTRA,
UN AMIGO NO SE GANA,
SE GANA SU AMISTAD,
UN AMIGO NO YE PIDE
NADA A CAMBIO,
UN AMIGO ES TENERLO
CUANDO SE NECESITA.
UN AMIGO ES CUANDO
TE OFRECE SU HOMBRO,
UN AMIGO ES CUANDO
ESTA SIN PEDIRLE
AYUDA,

UN AMIGO ES........
UN ABRAZO
MARINA MONTECRISTO

Anónimo dijo...

Y tan perezoso, como que los amigos no te tocan. Como dice Marina un amigo no se busca, se encuentra. Pero, bueno, ya me conoces, yo prefiero el premio en metálico, será porque amigos tengo muchos.

Referente a este poema, sólo aclarar que yo no te he mandado chistes por e-mail, que hay gente que se lo ha creído y están pensando que te he acosado con el correo hasta la hartura. Esto pasa porque eres muy convincente escribiendo.

A Ely

Esos chistes que enviaste por e-mail
Eran buenos;
Y aunque ya no me seduzcan las quimeras,
Lograste por un instante
Que creyera que aún existo,
Y eso sólo es suficiente
Para apreciar más que nunca
Tu generosa misiva,
Al tiempo que hace que sienta
No haber podido lograr
Responder a los deseos que expresaste
Regalándome el aliento de unas risas.
Pero, ¿sabes?
Ya hace bastante tiempo, puede que demasiado,
Que no echo para nada en falta
Las carcajadas,
Que mi amarga y más grande carencia
Es la sonrisa,
Así que hubiera sido preferible
Que enviases como antaño mariposas
O que me hubieses contado
Los buenos resultados que seguro
Obtuviste en los parciales de febrero,
O hacerme saber al menos
Como llevas estos días tu migraña.
Pero el hielo del invierno
Cubre de frío las alas
Del más poderoso insecto,
Y la dulzura del vuelo
De un baile de mariposas…
¡Es tan frágil!

Un beso loquito.

Anónimo dijo...

Buffff!!!! Bueno, en efecto, aunque los amigos, los verdaderos amigos, se podría decir que nos tocan en suerte -quiero decir que es una suerte contar con amigos-, nunca son el producto de algo así como una lotería. El protagonista del relato, a pesar de tener el acierto de valorar la amistad por encima de todas las cosas, no tenía clara tal cosa, para su desgracia. Ahora bien, aunque estoy de acuerdo con que los amigos se encuentran o te encuentrar, creo que también son el producto de una busqueda constante que persigue el encuentro. Son una suerte, pero la suerte, la verdera suerte no es algo que caiga del cielo, sino algo que hay que trabajar y buscar permanentemente. Al menos, eso pienso yo.

Ely, cariño, lamento el mal entendido y trato de aclararlo un poco más -por cierto, los e-mail que recibo tuyos siempre son un aire de soplo fresco y la mar de divertidos y gratificantes: A veces dedico mis textos de manera directa, es decir, se los dedico a la persona, o al instante sentido en ralación a esa persona, que los ha inspirado. Pero otras veces, como es el caso, no lo hago así.

Este poema te lo dediqué, Ely, como bien sabes, porque se que dentro de los diferentes estilos que puedo llegar a desarrollar en mis escritos, éste es uno de los que más te gusta, y poco antes, en otro comentario me lo recordaste haciéndote eco de aquel otro texto en el que hablaba de una llamada perdida. Curiosamente, aquella llamada perdida y éste poema acerca del ruido de un e-mail, partieron de la misma musa. Sí, alguien me envió un e-mail, con unos chistes y muy buena intención, alguién a quién quiero mucho y por quién nunca me he sentido acosado -es más, alguién de quién no me importaría recibir mil e-mail al día-, y me inspiró tal poema que dediqué a Ely por los motivos antes expresados.

Vuelvo a repetirlo de nuevo. Yo soy un tío muy sincero cuando escribo, pero estos intentos de poema que salen de mi teclado siempre van unidos al misterio, a la ambigüedad, y, aunque siempre forman parte de algo vivo, yo tengo mil vidas que contar, mías y ajenas. Así que ¡NO OS CREÁIS TODO LO QUE VEIS!

Ely, cariño, si es preciso aclarar todo esto en algún otro sitio, no dudes en decírmelo.

Mar, so pedazo de hambrienta, para invitar a cenar a un amigo no es preciso que toquen los cupones (aunque, sin duda, el local de restauración mejoraría bastante). Eso sí, siguiendo esa filosofía que he aprendido de ti... ¡YO INVITO Y TÚ PAGAS!, jajajajajajajajaj.

Muchos besos.

Anónimo dijo...

Si todo lo que me dices, Rafa, yo ya lo sé. Que es mucho tiempo el que llevamos tratándonos (y aún así, alguna vez me la pegas, eh, jejeje). Sólo quería aclararlo. Del otro sitio me ocupo yo. No te preocupes, que no tengo problema. Y sí, ese estilo es de los que más me gusta, Espectro silente. Yo, cuando sea mayor, quiero ser tu mente.