"A malas cosechas, peores cuervos."
Black MacDonald (Belinda)
El Constitucional
ha dictado de nuevo
puerca "jurimprudencia".
Si usted, precarizado
y abnegado currante,
osa ponerse enfermo
—Dios quiera, es un decir,
que la vida le sea
próspera y saludable—,
la empresa que lo explota
lo podrá echar de un par
de coces en el culo
como a un perro a la calle.
Ojalá tenga suerte
y no esté diluviando.
El Constitucional
más que alto tribunal
es cloaca judicial
que sirve al capital
y a todos sus ancestros.
Como el legislativo
y todos los gobiernos
que han venido esquilmando
a los pueblos de España
tras la muerte de Franco
—maldito genocida
con el trasero blanco.
(Transición lo llamaron
cuando fue alta traición
y aún hoy lo sigue siendo)
Ya lo dije hace tiempo
en otro poema malo:
Tres poderes distintos
y un sólo Dios de mierda: el capital.
(Pedro Sánchez "el Falso"
y su mochila austriaca).
Misterio de un país
en el cual una noche
aquellos que tenían
la sartén por el mango
se acostaron fascistas
para sólo unas horas
más tarde levantarse
eminentes demócratas
—y un huevo de avestruz—
y continuar teniendo
la sartén en sus zarpas
de monstruos de ultratumba.
(¡Viva el pueblo chileno
y su lucha! ¿Algún día,
echándole un buen par
de ovarios y cojones,
seguiremos su ejemplo?
Sí así ocurre las culpas
al Constitucional
y al resto de bastardos
que dedican sus vidas
a empobrecer al pueblo).
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