Cabezas de polaco
para hacer la campaña
a las fuerzas políticas
autodenominadas
constitucionalistas.
Esas que pergeñaron
reformas laborales
de tintes esclavistas
y códigos penales
para tapar la boca
a aquellos que se apartan
un paso y un instante
del camino infecundo
del pensamiento único.
Pensamiento de corte
reaccionario que igual
normaliza el fascismo
apelando a una espuria
libertad de expresión,
que condena cualquier
deseo de construir
un mañana distinto,
un mañana en que el pueblo,
los diferentes pueblos
que conforman España
decidan sus destinos.
"En el día de hoy,
vejados y cautivos
los cabeza de turco
de turno, han alcanzado
los patriotas sin otra
patria que los bolsillos
de la élite, sus últimos
objetivos mafiosos.
La razia ha culminado. ¡Arriba España!"
(Eppur si muove)
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