domingo, 20 de octubre de 2019

Caperucita Indepe, el Lóvox de Cromañón y los pelotudos leñadores de los derechos y las libertades públicas


(Tragiepopeya muy española y mucho española y viva el vino)


El tremendo estirón —que para eso lo fertilizaron y regaron a conciencia— que, de un día para otro, terminó pegando el, antaño raquítico, bonsái del independentismo, les impedía ver el inusitado crecimiento del bosque tenebroso del fascismo.

Hommer Simp-Tom Nisón, diseñador de jardines zen y cuentista de andar por casa.

1 comentario:

Carlos dijo...

Hay mucho de adoctrinamiento consentido; cuando yo veraneaba en Cataluña, nadie odiaba a los españoles, aunque si que nos llamaban "los sevillanos"