"Cada cual en este mundo
cuenta el cuento a su manera
y lo hace ver de otro modo
en la mente de cualquiera."
Tite Curet Alonso
En España —la España de Patricia Heras, los jóvenes de Altsasu o los presos políticos catalanes; la España que vende armas a Arabia Saudí y agasaja a sus descuartizadores y reverencia a Mohamed VI, la de la ley mordaza y las subvenciones públicas a la Fundación Nacional Francisco Franco— Guaidó ya estaría entre rejas o hasta, tiempo atrás, quién sabe si enterrado en cal viva. Extraña tiranía la de Maduro, que aún lo mantiene en libertad. Y curiosa democracia la española. Por todo ello y más, Pedro Sánchez, que ya ha demostrado con creces ser un sujeto soso con premeditación, nocturnidad y alevosía, y que hace unas horas calificó de tirano al Presidente electo de la República Bolivariana de Venezuela, me está empezando a resultar, cada vez más, una suerte de esperpéntico guiñol tan colosalmente voxmitivo como trumpposo. ¡Que vuelva Rajoy! Con él, al menos, nos descojonábamos de la risa.
En la fotografía: Patricia Heras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario