"Fátima no consulta el almanaque,
si semanas o meses. Madre Espera.
Mientras, el cuerpo bello de su hijo
en el lecho de arena de una playa."
Josefa Parra
Un tipo negro yace
al sol sobre la arena
de una playa de moda
algo después del alba.
Lleva el torso desnudo
y por la posición
de su cuerpo podríamos
pensar que se ha quedado
dormido sobre el tálamo
de sus más grandes sueños
—sueños de libertad
y una vida más próspera,
sueños en los que un día
vendrían a reunirse
con él hijas y esposa—.
Comienzan a llegar
los primeros bañistas.
"¡Jodidos inmigrantes
de mierda, putos negros!
—vocifera uno de ellos—.
¡Como si no tuviesen
bastante con quitarnos
el puesto de trabajo,
ahora ocupan también
nuestro sitio de todos
los años en la playa!"
Pero este negro anónimo
que parece dormido,
ya sólo ocupará
un nicho —al que jamás
vendrán a traerle flores
su buena madre, Fátima,
esposa, hijas ni hermanos—
en cualquiera de nuestros
solidarios y píos
cementerios cristianos.
Fotografía: 'I sogni sono più grandi', de Mauro Ariel Williner.
1 comentario:
Enternecedor y sublime...el mundo de los pobres buscando la tierra prometida en el mundo de los ricos, mientras Trump indulta un pavo por navidad
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