"¡Inteligencia, dame
el nombre exacto de las cosas!"
Juan Ramón Jiménez
Desde hace algunos meses
la AEMET y sus hermanas
de Francia y Portugal
están poniendo nombre a las borrascas
profundas procedentes del Atlántico
—fenómenos que cobran
con el paso del tiempo más violencia
por el cambio climático.
Ana fue la primera.
También hemos tenido a Bruno, Carmen,
Félix, Emma, David, Gisele, Hugo y etcétera.
¿Y qué tendrán las Anas
—con lo buena persona
que siempre fue mi madre—,
los Brunos o las Cármenes
que ver con el creciente potencial destructivo
de estas grandes borrascas?
¿No sería, en honor
a la verdad, mejor
llamarlas, por ejemplo,
Endesa, Viesgo, Cepsa,
Repsol, Cementos Portland, Arcerlor,
Cemex, Gas Natural —o Naturgy—,
EPD o Iberdrola?
Porque estos, junto a Trump,
el primo de Rajoy y algunos otros
necios negacionistas
de la crisis climática
que amenaza llevarnos
a una nueva extinción masiva, son
los mayores culpables de que alberguen
vocación de huracán
las borrascas atlánticas
que, de un tiempo a esta parte,
asolan Portugal, Francia y España.
1 comentario:
De acuerdo, deberían llamar a la reflexión sobre quién causa qué
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