Quim Torra, con su irresponsable llamamiento -esta vez sí- a la rebelión armada (¿habrá valorado el President que una acción de tal tenor podría desembocar en un conflicto armado interno entre independentistas y unionistas?), flaco favor le ha hecho a las aspiraciones legítimas de independencia de buena parte del pueblo de Cataluña, así como a los presos políticos catalanes. Al final va a resultar que tras Torra, se ocultaba aquel famoso primo de Rajoy -pata negra de la mentecatez- cuya identidad nunca nos fue desvelada. Tal vez no viniese mal la realización de una prueba de ADN. En fin, rectificar, dicen, es de sabios. Esperemos que su retiro espiritual en Montserrat le haya servido al President para reflexionar y que rectifique. Por el bien del pueblo catalán.
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