Asistimos estos días a la difusión de un muy peligroso y falaz mensaje desde diferentes ámbitos políticos. Ese que a aquellos que consideran insuficiente desde el punto de vista democrático el actual marco constitucional y pretenden cambiarlo democráticamente, los mete en el mismo saco que a los fascistas. El anticonstitucionalismo así entendido, es legítimo, sano y hasta necesario hoy día en España para avanzar en derechos y oportunidades para sus pueblos. El fascismo, por el contrario, es un cáncer para la libertad, la igualdad y la concordia. Mucho ojo con las manipulaciones a las que nos abonamos, que las falacias las carga el diablo.
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