martes, 27 de noviembre de 2012

Hastío


postrado de rodillas
a orillas del océano
-no sé si estoy llorando;
hay sal en mis mejillas-
desafinado entono
un canto con sordina
-probablemente un híbrido
de tango y de bolero-
-¿bailas? -pregunta el mar
-te sigo -hastiado asiento

2 comentarios:

Susurros de Tinta dijo...

Cuidadito con bailar con el mar si no es de la mano de un sirena, que el mar en su suave ondulación es traicionero si no se le conoce. ¿Sabes que la sirenas no lloran?, y es porque lo lloraron todo y de sus lágrimas saladas se crearon los mares, es por ello que ya no lloramos, nos rodea demasiada agua salada, pero nos llevamos a los amigos de paseíto por el fondo del mar, Poseidón, amante padre, adornó el fruto de nuestro dolor con paisajes fantásticos de algas y corales, de peces multicolores de mil formas y tamaños, venga, vámonos, que en el fondo del mar no hay que limpiarse las lágrimas, miles de besosssssss

Anónimo dijo...

Bonito el poema y sugerentemente bello en comentario