sábado, 14 de mayo de 2011

La ausente (LVIII)


amor
en este breve tránsito
guarida a la intemperie entre dos nadas
la muerte acecha siempre
por su parte
la vida
no es más que una usurera cicatera
que a cambio del aliento la sangre que nos presta a cuentagotas
nos reclama cuantiosos intereses
en forma de dolor dolor dolor congoja miedo llanto
exangües alaridos en la última frontera
de ese desierto omnímodo en que campan
tiránicas y hambrientas a sus anchas
las sombras inmediatas y ficticias del más crudo desahucio
la única y más vacua
de todas las certezas

3 comentarios:

MaLena Ezcurra dijo...

Todas las palabras de tu poema son una punzada al corazón, menos amor que es roce, susurro, infinito.


Te quiero poeta bendito.


MaLena.

Vivian dijo...

Cuando te leo se me nubla el alma Rafa; profundo, triste, poético, especial y loquito...¡Qué fusión la tuya!
Igual, yo te quiero así (Como Silvio a su unicornio azul)
Un beso, muchos.

Calma en días de tormenta (Darilea) dijo...

Nos da y nos quita. Pagamos la deuda cuando menos lo esperamos con un zarpado inesperado.
Rafa con este poema me diste de lleno en el alma.
Un besito