Se suele decir que una imagen vale más que mil palabras. Creo que no es así siempre, es más, pienso que no suele darse muy a menudo. Pero, en este caso, sí.
La flor del tabaco
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*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
4 comentarios:
Es más largo, el principio es éste:
“Antes de que fueras mi amada
había más calendarios para contar el tiempo:
los hindúes,
los chinos,
los persas
y los egipcios tenían sus calendarios.
Después de ser mi amada,
la gente comenzó a decir:
el año mil antes de sus ojos
y el siglo décimo después de sus ojos.
En tu amor alcancé el grado de evaporación,
el agua del mar se tornó mayor que el mar,
la lágrima del ojo mayor que el ojo
y la superficie de la herida
mayor que la de la carne.
No puedo quererte más aún
ni estar más unido a ti.
Mis labios no bastan para cubrir los tuyos,
mis brazos no bastan para ceñir tu cintura
y las palabras que conozco
son muchas menos
que los lunares que adornan tu cuerpo.”
Y sigue con lo que yo he copiado en el blog
Se llama “en tus ojos, el mundo ajusta su hora”. Es una maravilla. Un beso compañero de poemas
Si una preciosidad así
hace unas maravillas como esas
con simplemente arena
nos podemos
imaginar la sensibilidad
que correrá por sus venas.
Hay más buscalos, ya los conocía,
pero encantado. Tu que la conoces más, arrímala para la Gata.
Un abrazo.León.
Yo no la conocía. ¡qué maravilla!
besos.
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