domingo, 14 de marzo de 2010

Cuento (por Maria del Mar, hija de Manuela Rejas)


-Manuela... Manuela.

-Sí, ¿quién es?

-Manuela ¿qué haces?

-Yo, pues preparando la función, ¿qué voy a hacer si no?

-Pero Manuela, que no es la hora, todavía no te toca actuar a ti.

-Pero, si ya lo tengo todo preparado, mira la poesía que tengo preparada para abrir la función y qué me dices del juego de los pañuelos, ese siempre gusto mucho y para los niños tengo la caja con el conejo, eso les encanta y...

-Espera Manuela, ya veo que lo tienes todo a punto, pero es que no te toca, que antes que tú vienen otros y tú no puedes colarte, tienes que esperar tu turno.

-Pero es que lo tengo todo preparado, mira, te voy a leer la poesía que elegí a ver si te gusta, yo creo que les va a gustar, dime tú qué opinas, mira dice así....

-Manuela estoy seguro que es preciosa y que gustará mucho, pues tú siempre escribes con ternura y cariño, pero te repito que tendrás que esperar un poco más.

-Bueno, lo que tú digas, pero recuerda que lo tengo todo preparado.

-Claro, Manuela, ya sé que tienes todo a punto para cuando se levante el telón, que será tu mejor actuación, y estamos todos deseando escuchar tus poemas y disfrutar tu magia, y los niños esperan emocionados ver como ese conejo blanco sale de tu chistera y también están esperando que les leas alguno de esos cuentos tan bonitos que escribiste para ellos, pero te repito que no es la hora, y anda vete ya que te están llamando.

-Doctor, ya está despierta.

-Manuela, cómo se encuentra, menudo susto nos ha dado, ya creíamos que nos dejaba, pero, bueno, ya pasó todo y por suerte está con nosotros nuevamente.

-Sí, doctor, la función se retrasará un poco.

-¿Cómo dice, Manuela?

-Nada, doctor, nada.


En la fotografía: Manuela Rejas e Isabel Sevilla, ilusionistas.

4 comentarios:

Mamen Alegre dijo...

Y porque siento la palabra madre muy cerca de los huesos, me parece infinitamente más bello de lo que infinitamente es.

Gracias y besos.

Silvia Delgado dijo...

precioso.

MaLena Ezcurra dijo...

Hoy necesitaba una cuota de ternura, y la encuentro en las paredes de tu casa.


Mil gracias por eso.


Beso.


MaLena.

Prometeo dijo...

Delicioso relato, evocador y magico...un abarzo.