domingo, 5 de mayo de 2019

Ruido al gusto


Puedo prometer, y prometo por la obra poética completa de Idea Vilariño, que lo que voy a relatar a continuación es absolutamente cierto. Ojiplático y paticolgante me he quedado esta mañana cuando lo he sabido gracias a la caja tonta. Confieso que aún no he conseguido recuperarme del todo. Resulta que hay un modelo de coche de alta gama de una de las más prestigiosas marcas del sector —ignoro si será el único u habrá algunos otros modelos con idéntico equipamiento opcional o de serie—, que incorpora un dispositivo que permite "cambiar el sonido de los escapes". Pa mear y no echar gota, Borja Mari. Un punto más a favor de la teoría del Rubiales.

(De la serie impropia "El mundo se va al carajo.")

1 comentario:

Carlos dijo...

Ruidos que molestan, tecnología que los detecta... a ver si se la aplican a los humanos