miércoles, 22 de mayo de 2019

Caballeros de beneficencia


"Pour faire une bonne dame patronnesse
Il faut être bonne mais sans faiblesse
Ainsi j'ai dû rayer de ma liste
Une pauvresse qui fréquentait un socialiste."

Jacques Brel

Cuando nuestro sistema
de salud se financie
en gran parte o en todo
gracias a las limosnas
de aquellos que se hicieron
a sí mismos jugando
sucio con el sudor
de otras frentes, espero
que, de enfermar alguno
de vuestros hijos —¡Dios
no lo quiera—, no sufra
de un mal sin relevancia
de carácter mediático
para el cual el filántropo
de turno —al no ser óptimos
para lavar a máquina
la imagen de su emporio—
no haya donado, amén
de equipos de diagnóstico,
productos de farmacia
para su tratamiento.

Por esto, entre otras muchas
cuestiones, la salud
ciudadana ha de ser
una cuestión de Estado
y tener un carácter
público, universal
y gratuito y jamás
tener que depender
en su financiación
de los caritativos
damas y caballeros
de la beneficencia.

(Unos seis euros cuesta
fabricar la vacuna
que evita se contraiga
la malaria. Un millón
de personas perecen
cada año por su causa.)

1 comentario:

Carlos dijo...

Tienes tu parte de razón. Sobre todo, para los ciudadanos pobretones. Sin embargo, los ricos de todo el mundo se van a curar de sus peores enfermedades a los centros médicos prestigiosos de EEUU o Suiza, donde casi todo es privado.