La Constitución Española, de un tiempo a esta parte, ha derivado en ser algo parecido a esa pobre mujer a la que, aquel que más dice amarla, respetarla y querer protegerla, le tiene cosido el cuerpo y el alma a moratones. Cualquier día de estos nos la matan. Y sin descendencia.
La flor del tabaco
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*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
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