Mis pequeños poemas.
Estos, los más queridos.
Estos que no son más
que una chabola humilde
de un instante, este instante,
y que alzo utilizando
los sillares antiguos
de moradas ruinosas
que sirvieron de amparo
o faro o espejismo
al pueblo y sus desdichas.
La flor del tabaco
-
*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
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