Hay tipos que se pasan coqueteando toda la puta vida con las musas —los hay de éstos que, incluso, son éxito de ventas o ganadores de unos cuantos certámenes poéticos. Pero al cabo de todo, de la vida, no se han halado ni una rosca. Con las musas, señores, no se juega. A las musas se las respeta.
Ilustración: Picasso
2 comentarios:
Las Musas colocan a los clásicos en su sitio de honor, aunque tarden siglos en hacerlo
Con las musas se juega a todo lo irrespetuoso que, evidentemente, no tiene nada que ver con ganar certámenes.
Publicar un comentario