Todo poema es un fragmento,
una brizna de roca
madre descuartizada
que, inerme, es arrastrada
por cloacas y que, al cabo
de su periplo, unida
a otras, se muda en playa,
tabla de salvación
para este mundo náufrago.
La flor del tabaco
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*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
1 comentario:
el poema es un náufrago idealista en el cerebro del escritor, al que socorre y da vida el lector
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