Se me antoja de una generosidad fuera de lo común el hecho de que Sánchez y Rivera hayan pactado subir el salario mínimo la friolera de un 1%. Eso son medidas de carácter social dirigidas a una redistribución más equitativa de la riqueza y lo demás son mamandurrias y evasiones de capital. Porque con 661 euros y pico al mes se pueden hacer muchas, pero que muchas cosas. Un poné: adquirir un ala delta de tercera mano, para estrellarte con ella contra el Congreso de los Diputados y dejar este maravilloso país lleno de oportunidades —para los ladrones de guante blanco— a lo grande. Y, entretanto, Rajoy mirando cada dos por tres el saldo de su cuenta corriente de soslayo. Acojonaito to, er probe.
La flor del tabaco
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*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
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