Después de un largo tiempo de sequía
sin obtener respuesta del cielo a sus plegarias,
cayeron unas gotas.
Y, avaros, se abatieron como cuervos
sobre el grano menguado a reclamar
el diezmo que en el nombre de su dios se arrogaban
por obrar el milagro.
La flor del tabaco
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*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
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