Pacifistas, pacifistas,
es la paz la que os anima,
lo mismo dicen los yanquis
y ya veis lo de Hiroshima.
Chicho Sánchez Ferlosio
Como quien le cuenta un cuento
por la noche a un niño chico
vino Francis Fukuyama,
cometiendo “historicidio”,
a decirnos que la lucha
de clases, la hoz y el martillo
ya eran cosa del pasado
gracias al capitalismo
y su vasta y democrática
división de beneficios.
Y acabamos olvidando
las virtudes del marxismo,
soñando que en un futuro
no muy lejano seríamos
todos como Rockefeller,
Capone o Luciano Liggio.
Y nos fueron desarmando
como se le roba a un niño
inocente y confiado
su juguete favorito.
Y cuando quisimos darnos
cuenta de lo sucedido,
de la impostura y el burdo
latrocinio cometido,
no éramos más que corderos
pusilánimes que uncidos
a la ingenua apología
a ultranza del pacifismo,
íbamos al matadero
silenciosos y rendidos.
1 comentario:
El pacifismo no tiene por qué ser tan ingenuo, sino mira el ejemplo de Gandhi, cuando es firme y perseverante se sale con la suya
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