lunes, 29 de julio de 2019

Bula


Campañas de ecoimagen,
pactadas por la industria
y los estados, dictan
—término que comparte
raíz con dictadura—
que no es característico
del buen consumidor
usar bolsas de plástico
para cargar la compra
en grandes superficies
comerciales. Por eso
nos las venden a precio
de oro negro —es la bula
que debemos pagar
al mercado—. Lo mismo
que nos venden el agua
embotellada en plástico
—un litro, medio litro,
cinco litros, trescientos
mililitros y etcétera—,
mandarinas en gajos
pulcramente envasadas
en bandejas de plástico,
o sal marina 'pura'
con el alma preñada
de fragmentos de plástico.
Somos lo que compramos:
'pulcros' consumidores
excretores de plástico.

(La trampa del reciclaje.)

1 comentario:

Carlos dijo...

El imperio del plástico no solo ha acabado con tantas artesanías, también lleva camino de acabar con el Planeta